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La ingesta moderada de cerveza podría mejorar la salud cardiovascular

La Profesora Lina Badimon, miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Autónoma de Barcelona, participó en un taller durante el 26o Congreso de la Sociedad Gallega de Hipertensión 2019, celebrado en Sanxenxo (Pontevedra, España) a finales de septiembre, en el que habló sobre el beneficio del consumo moderado de bebidas fermentadas y su efecto en la salud cardiovascular.

Según el estudio publicado en la revista científica Nutrients “Consumo moderado de cerveza y salud cardiovascular en personas con sobrepeso”, donde la especialista fue líder del proyecto, la ingesta de cerveza no sólo ayuda a reducir los factores tradicionales de riesgo cardiovascular, sino que, además, ejercen efectos directos sobre los vasos sanguíneos.

Durante su intervención, la Profesora Badimon, señaló que “el consumo moderado de cerveza se podría asociar con efectos positivos en la función de las HDL (colesterol bueno), que aumentan su capacidad de proteger contra la oxidación protectores de las LDL (colesterol malo), y mejoran el transporte reverso del colesterol que puede evitar la deposición de lípidos en la pared del vaso sanguíneo”. Además, explicó que “el estudio proporciona evidencia de que la ingesta de cerveza sin alcohol o tradicional en cantidades moderadas durante el periodo estudiado, no modifica o sólo induce cambios mínimos dentro del rango de normalidad clínica en biomarcadores plasmáticos de la función hepática y renal”.

Este estudio se realizó con un diseño longitudinal cruzado, es decir, los sujetos participantes se dividieron en dos grupos que consumieron durante cuatro semanas cerveza tradicional y posteriormente, cerveza sin alcohol o viceversa. Es decir, todos los sujetos consumieron los dos tipos de cerveza en periodos diferentes y no mostraron alteraciones en la presión arterial o la frecuencia cardiaca, al contrario de lo que ocurre con el consumo excesivo de alcohol.

Asimismo, según el estudio, en la población con sobrepeso y con un endotelio funcional, tras la ingesta moderada de cerveza (tradicional y sin alcohol), no se producen alteraciones en el índice de masa corporal, ni en la función endotelial ni al grado de rigidez vascular, ni en marcadores de inflamación sistémica. Por el contrario, se observa que esta toma podría aumentar el colesterol HDL y reducir el daño por estrés oxidativo a nivel sistémico.

Igualmente, la ingesta de esta bebida fermentada no tiene efectos perjudiciales vasculares, ni aumenta el peso corporal de los individuos obesos, “durante el estudio, no se produjeron cambios significativos en el peso corporal, IMC o la circunferencia de la cintura de la población estudiada”, destacó la Profesora, haciendo hincapié en que en España, más del 60% de la población tiene exceso de peso (40% sobrepeso y 22% obesidad).

Además, tampoco se modificaron los niveles de glucosa, ni ningún parámetro hematológico. ”Los resultados concluyeron que la ingesta diaria, pero moderada de cerveza durante un estudio de intervención de ocho semanas no produce cambios significativos en la función hepática o renal, ni afecta  al peso corporal, la glucosa en plasma o el patrón de presión arterial más allá del rango normal en sujetos sanos a pesar de presentar sobrepeso u obesidad” concluyó la experta.

Para finalizar, la Profesora Lina Badimon resaltó la importancia del patrón de consumo de bebidas fermentadas afirmando que, si se consumen, es necesario seguir un patrón de consumo moderado, siempre acompañado de alimentos. Por el contrario, un consumo irregular y excesivo de alcohol, tendría efectos negativos en la salud. Asimismo, señala que el consumo moderado de cerveza consiste en la ingesta de entre uno y dos vasos al día en el caso de las mujeres (no más de 20 g de alcohol) y entre dos y tres para los hombres (no más de 30 g).

Fuente: Medicina 21

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