Cada año llegan a los océanos unos 8 millones de residuos plásticos, la mayoría de los cuales son prácticamente invisibles para el ojo humano, aunque no inocuos.
Se estima que los microplásticos primarios -aquellas partículas que se lanzan directamente al medio ambiente- representan entre el 15% y el 31% de estas partículas contaminantes vertidas al mar, el 35% de los cuales provienen del lavado de ropa sintética.
Por todo esto la Unión Europea ha decidido ponerles coto. El objetivo: reducir la contaminación por micropláticos en un 30% antes de 2030. El 25 de septiembre, la Comisión Europea publicó un reglamento destinado a restringir el uso de microplásticos añadidos intencionadamente en algunos productos, lo que incluye a algunos productos habituales, como la purpurina o las microperlas incluidas en muchos productos cosméticos.
¿A qué productos afecta?
Material de relleno granular utilizado en las superficies deportivas artificiales. Según apunta la Unión Europea, se trata de la mayor fuente de liberación de microplásticos añadidos intencionadamente en el medio ambiente. En este caso, habrá una moratoria de 8 años para dar tiempo a los propietarios a modificar las pistas deportivas existentes.
Purpurina y otros productos cosméticos. La purpurina adherente y los productos cosméticos que contienen microesferas -pequeñas bolitas de plástico utilizadas como exfoliantes- quedarán prohibidas a partir del día 1 de octubre. En otros cosméticos se establece un plazo de entre 4 y 12 años, dependiendo de la complejidad, la necesidad de reformulación y la disponibilidad de alternativas.
Los detergentes y otros productos de limpieza también deberán sustituirse por opciones biodegradables, en la medida de lo posible, `ya que también se verán afectados por la nueva regulación.
Del mismo modo, los juguetes que tengan microplásticos de tamaño inferior a 5mm quedarán prohibidos.
¿Qué productos no están incluidos en el ámbito de aplicación de la restricción?
Productos que contienen microplásticos, pero que no los liberan o su liberación puede minimizarse, por ejemplo, materiales de construcción.
Productos utilizados en instalaciones industriales.
Productos ya regulados por otra legislación de la UE, por ejemplo, medicamentos, alimentos y piensos. Podrán seguir vendiéndose, aunque sus fabricantes tendrán que informar anualmente de las emisiones estimadas de microplásticos de esos productos. También tendrán que proporcionar instrucciones sobre cómo utilizar y eliminar el producto para evitar las emisiones de microplásticos.
Fuente: National Geographic