Irlanda toma la delantera en la regulación del alcohol , y al igual que con los cigarrillos, las botellas de bebidas alcohólicas en este país llevarán advertencias sanitarias claras. Estas etiquetas informarán a los consumidores sobre los riesgos asociados al consumo de alcohol, incluyendo el cáncer y las enfermedades hepáticas.
¿De dónde nace la iniciativa de Irlanda?
Un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que casi la mitad de los europeos no conoce el vínculo entre el consumo de alcohol y el riesgo de desarrollar cáncer. Además, solo el 15% es consciente de la relación entre la bebida y el cáncer de mama.
Este desconocimiento es lo que motiva a expertos como Dasa Kokole, de la Oficina Regional de la OMS en Europa, a apoyar esta iniciativa. Según Kokole le admitió al medio español El País, el impacto en la salud pública podría ser enorme si otros países adoptan medidas similares, ya que Irlanda está sentando un precedente que podría replicarse en toda Europa.
La reacción de la industria del alcohol al anuncio
La industria del alcohol ha expresado su preocupación por las consecuencias económicas que podrían derivarse de esta regulación. Argumentan que las ventas se verán afectadas y que esto podría impactar negativamente en la economía, debido a la pérdida de ingresos y empleos en el sector.
Sin embargo, los defensores de la salud pública sostienen que el costo real del consumo de alcohol es mucho mayor. Un informe estima que, en la Unión Europea, los costos relacionados con el alcohol ascienden a 2,300 millones de euros anuales, debido a gastos en servicios de pérdida de productividad y hospitalizaciones.
El impacto negativo de las bebidas alcohólicas en Europa
El efecto del alcohol en la salud es notorio. Se calcula que, en las naciones de la Unión Europea, el consumo de alcohol provoca más de 111 mil nuevos casos de cáncer al año, afectando principalmente el colon, el recto y los senos. A pesar de estas cifras alarmantes, la Comisión Europea aún no ha adoptado una postura firme sobre la obligatoriedad de estas etiquetas en toda la región.
Irlanda, sin embargo, ha decidido actuar. Con estas nuevas advertencias, el país busca informar a sus ciudadanos sobre los peligros de la bebida, con la esperanza de reducir su ingesta y mejorar la salud pública.
Fuente: ADN 40