Los científicos de Morinaga Milk Industry Co., Ltd. (TOKYO: 2264) han teorizado durante mucho tiempo que las bifidobacterias residentes humanas (Human-Residential Bifidobacteria, HRB) son superiores a las bifidobacterias residentes no humanas (non-Human-Residential Bifidobacteria, non-HRB) en promover buenos resultados de salud. Los resultados de un nuevo estudio refuerzan la evidencia de esta teoría, que muestra que las HRB de tipo infantil pueden degradar los péptidos digeridos de forma incompleta en los sistemas gastrointestinales de los bebés y, por lo tanto, contribuir a su salud general.
Morinaga Milk ha realizado investigaciones sobre las bifidobacterias durante muchos años, y los estudios, realizados durante las últimas décadas, han demostrado que las bifidobacterias desempeñan un papel vital en diversos aspectos de la salud humana. Hay dos grupos principales de bifidobacterias: Bifidobacterias residentes humanas, que residen naturalmente en los intestinos humanos —especialmente en los de los bebés—, y las bifidobacterias residentes no humanas, que son habitantes naturales de los animales o del medioambiente.
La investigación sobre las propiedades fisiológicas que diferencian a las especies de HRB y no HRB ha dejado en claro que las HRB son particularmente eficaces en la utilización de los oligosacáridos de la leche humana (Human Milk Oligosaccharides, HMO) en la leche materna y son muy tolerantes a la lisozima, un factor antibacteriano natural presente en el cuerpo humano. Estas características permiten que las especies de HRB colonicen efectivamente el intestino infantil, y así contribuyan al desarrollo y a la maduración de un microbioma sano. Sobre la base de estos hallazgos, Morinaga Milk cree que las HRB son beneficiosas, naturales y adecuadas para que los bebés las consuman.
Péptidos opioides y salud infantil
Los péptidos opioides son péptidos que se unen a los receptores opioides en el cerebro y que pueden influir en la liberación de neurotransmisores. Algunos péptidos opioides son producidos por el cuerpo, pero otros provienen de los alimentos. La digestión incompleta de las proteínas que se encuentran en la leche y en los cereales puede crear péptidos opioides derivados de los alimentos en los intestinos. En las personas sanas, estos péptidos son hidrolizados (o degradados) por las enzimas y no causan daño. Sin embargo, en el caso de personas con disbiosis (microbiota alterada) o intestino permeable, los péptidos opioides pueden cruzar las barreras intestinales y hematoencefálicas, lo cual afecta, en última instancia, los sistemas opioides y el sistema nervioso central. Hay pruebas sólidas de que los péptidos opioides derivados de los alimentos pueden causar enfermedades graves en personas sensibles, como las que tienen trastornos mentales (Sokolov y otros, 2014) y la enfermedad celíaca (Hardy y Tye-Din, 2016, Kumar y otros, 2017).
Debido a que los bebés tienen una barrera intestinal poco desarrollada, es más probable que los péptidos opioides derivados de los alimentos se crucen a sus cerebros. Como consecuencia, los bebés con su sistema nervioso central inmaduro son más susceptibles a los trastornos de salud asociados con los péptidos opioides, como el síndrome de muerte súbita del lactante, la dermatitis atópica y el autismo. Teniendo en cuenta estos datos, Morinaga Milk realizó un estudio centrado en la relación entre los péptidos opioides y la salud infantil, específicamente si las bifidobacterias pueden degradar los péptidos opioides potencialmente dañinos derivados de los alimentos.
Degradación del péptido opioide derivado de los alimentos
Morinaga Milk probó la capacidad de 18 cepas de bifidobacterias, incluidas las HRB y no HRB, para degradar tres tipos diferentes de péptidos opioides derivados de los alimentos: beta-casomorfina-7 (BCM-7) de la leche humana, BCM-7 de la leche bovina y gliadorfina-7 (GD-7) del gluten de trigo. Varias cepas de HRB de tipo infantil demostraron ser capaces de degradar los péptidos opioides derivados de los alimentos de manera mucho más efectiva que las cepas de HRB que se encuentran más comúnmente en adultos o las no HRB.
Varios tipos de péptidos se hidrolizaron en un 100 % con las HRB de tipo infantil, mientras que las HRB de adultos y las que no eran HRB nunca superaron el 15 % de hidrolización. Este hallazgo indica el papel potencialmente crucial de las HRB de tipo infantil en los intestinos de los bebés para eliminar los péptidos opioides derivados de los alimentos. Los mecanismos exactos de acción por los cuales las HRB de tipo infantil eliminan los péptidos opioides derivados de los alimentos aún no son claros, por lo que se necesita más investigación para comprender mejor el impacto final de las bifidobacterias en el desarrollo infantil. Morinaga Milk continuará investigando los beneficios para la salud funcional de las HRB en las personas.
Acerca de Bifidobacterium infantis M-63 (MCC1872), que demostró ser capaz de degradar efectivamente los péptidos opioides derivados de los alimentos, es una de las cepas de HRB mejor estudiadas por Morinaga Milk. Es altamente capaz de utilizar oligosacáridos de la leche humana en la leche materna. La M-63 se considera altamente adaptada al ambiente intestinal de los humanos, especialmente al de los bebés. Los resultados de un estudio in vitro muestran que la M-63 previno el crecimiento del rotavirus. Además, su eficacia para mejorar el síndrome del intestino irritable también se ha demostrado en estudios clínicos.
Fuente: Bolsamanía