La Universidad de Guadalajara crea un sistema que puede dar origen a un nuevo producto.
Existe una larga y extraña relación entre la ciencia y el consumo de leche. La historia entre ambos elementos con la humanidad nos ha llevado por caminos extraños. Desde la posibilidad de consumir leche de cucaracha hasta el último avance en este terreno, donde se ha creado la leche materna humana en polvo.
Es bien sabido que la leche materna es la mejor alimentación para un bebé. La OMS dice que, a falta de leche de la madre lo ideal es leche de una donante. Sin embargo, es una opción que no suele llevarse a cabo si no es en un hospital, cuando la leche materna puede ser la diferencia entre salir o no adelante para muchos bebés prematuros o enfermos.
Esa leche es donada por mujeres de manera altruista y tras ser recogida es pasteurizada, congelada y almacenada en un proceso útil y práctico para un hospital; sin embargo, no lo es tanto si esa leche debe ser transportada a otros centros. Ahora este problema puede estar resuelto gracias al gran avance de investigadores mexicanos que han conseguido conservar la leche materna en polvo.
Según reporta la Universidad de Guadalajara, durante los últimos tres años se ha trabajado en un proyecto de investigación realizado por el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI). Con este proyecto crearon un polvo de leche humana con similar calidad nutrimental a la materna:
“Empezamos a trabajar en condiciones diferentes de secado, y una de ellas fue garantizar que la leche que saquemos, sea una leche auténtica, sin que lleve ningún ingrediente, ni aditivo, ni conservador que afecte a la alimentación de los bebés”.
Son las palabras de Blanca Rosa Aguilar Uscanga, investigadora del Departamento de Farmacobiología del CUCEI, quien ayudó a lograr el proceso de secado por aspersión de leche humana madura; para obtener leche en polvo.
Con el apoyo del Hospital Civil de la ciudad consiguieron eliminar el agua de la leche y transformarla en polvo, de manera que puede almacenarse ocupando menos espacio, con una pérdida nutricional de apenas el 10%.
La meta es la de poder crear bancos de leche materna en polvo y que así pueda funcionar como alimento de apoyo para hospitales y centros de salud con unidades de maternidad donde puede almacenarse de manera segura durante seis meses. Al no necesitar refrigeración, las instalaciones no serían especialmente costosas y el transporte de leche entre hospitales sería una posibilidad factible.
De este modo, la leche materna estaría disponible para quienes puedan requerirla, sobre todo en razón de situaciones muy concretas de salud, como los casos de las madres que no puedan amamantar a sus hijos sin exponerlos a condiciones que puedan vulnerarlos.
Por el momento ya se realizaron pruebas de alimentación en ratones con esta leche en polvo, ahora hace falta registrar la patente y hacer evaluaciones con humanos.
Fuente: Fayer Wayer
