Los beneficios de comer alimentos fermentados están ganando atención por su impacto positivo en la salud intestinal y el sistema inmune.
Estos alimentos, ricos en bacterias vivas, pueden influir en la microbiota intestinal y ofrecer una serie de ventajas, como la reducción de compuestos problemáticos y la modulación de la inflamación.
Beneficios para los intestinos y el sistema inmune de los alimentos fermentados
Las bacterias vivas presentes en los alimentos fermentados pueden integrarse a la microbiota intestinal, favoreciendo un equilibrio saludable y reduciendo la proliferación de bacterias perjudiciales, cruciales para una digestión adecuada y fortalecer las defensas del organismo.
Según Gabriel Vinderola, profesor titular en Microbiología de la Universidad Nacional del Litoral, en diálogo con el sitio de la BBC, durante la fermentación, los microbios generan péptidos y otras moléculas que promueven la salud intestinal y general.
Por ejemplo, la masa madre, a pesar de su proceso de cocción, conserva prebióticos que alimentan las bacterias beneficiosas en el intestino.
Además, la fermentación puede disminuir la presencia de compuestos problemáticos como los “FODMAPs” (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables) que causan malestar en personas con síndrome del intestino irritable.
Estos tipos de alimentos también pueden reducir o eliminar el gluten en algunos productos, lo que es beneficioso para quienes padecen enfermedad celíaca.
El impacto de los alimentos fermentados en el sistema inmune es igualmente significativo. Estos alimentos pueden ayudar a entrenar al sistema inmune para gestionar la inflamación y mejorar la capacidad del organismo para distinguir entre microbios beneficiosos y perjudiciales.
Esta acción puede contribuir a reducir el riesgo de enfermedades autoinmunes y otros problemas inflamatorios, como sugiere el investigador Paul Cotter, del Centro de Investigación Alimentaria Teagasc, en Irlanda.
Fuente: Cronista