TRADICIONAL – COSECHA MANUAL
Agricultores experimentados recogen manualmente los racimos de uvas y las colocan sobre charolas de papel entre las viñas. Durante dos o tres semanas del periodo de secado, las uvas se voltean para que reciban suficiente sol y se vuelvan pasas de uva oscuras.
Cuando el contenido de humedad está al 15%, las charolas de papel se enrollan cuidadosamente y se atan para protegerlas del clima. Después de varios días de secado se abren los rollos y se vacían en contenedores.
MECÁNICA – MÉTODO DE CHAROLA CONTINÚA
Al inicio del año 2000, los aparatos mecánicos de cosecha empezaron a aparecer. Los agricultores empezaron a levantar sus viñedos agregándoles irrigación por goteo para incrementar la productividad por acre y permitir la recolección mecánica a través de las viñas.
Las maquinas tienen una estructura parecida a los dedos de la mano para cortar delicadamente e individualmente la uvas de las viñas, transportándolas a capas individuales en charolas de papel de 250 metros de longitud.
Estas uvas se colocan al sol entre las filas de las viñas donde la temperatura es superior a los 37°C, donde se secan de la misma manera que en el proceso manual. Aproximadamente 35% de la cosecha es mecánica y se deshidrata con el método de charola continua.
