El interés por comercializar y la atracción por hacer negocios entre México y Bélgica en el sector agroalimentario se incrementa, pero el proceso de la renegociación del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM) los mantendrá en stand-bye, hasta en tanto no entren en vigor las nuevas reglas del comercio bilateral.
Compradores tanto mexicanos con belgas, franceses, italianos y hasta brasileños, se dieron cita hace unos días en Valonia (Bélgica) para hacer negocios, y coincidieron que México se convierte en el nuevo actor para colocar productos europeos, luego de que Brasil –que era el mercado de mayor potencial de crecimiento en América Latina- está desacelerando su crecimiento y por ende reduciendo las compras del exterior.
Aun así, para evitar incertidumbre, algunos empresarios acordaron cerrar el negocio y operarlo hasta mediados del 2018, cuando haya certeza sobre los nuevos aranceles que habrá bajo el acuerdo comercial.
A Bélgica le interesa colocar más cerveza en México, pese a que el mercado azteca es un gran productor y exportador; además busca vender más chocolate gourmet, galletas y waffles, licores y hasta papas en sus diversas variedades, entre otros productos.
En tanto, lo mexicanos buscan colocar productos como aguacate, frutos rojos, plátano, naranja, coco, semillas, nopal y hasta salsas.
El problema es que las autoridades de México y los 28 países de la Unión Europea negocian la eliminación o, en su caso, reducción de aranceles a ciertos productos agroindustriales, lo que representa un panorama más atractivo para hacer negocios bajo nuevas reglas y condiciones de compra venta, explicó Ricardo Pria, empresario mexicano.
Jean-Pierre Hendrick, consultor de la empresa BF (compañía que provee cerveza y licores belgas), afirmó que México se encuentra en el ojo del huracán de las empresas europeas.
“Sabemos que se venden muchos tipos de cervezas en México y que es un gran productor del producto, pero a raíz del boom de la venta de cerveza artesanal en ese país, la cerveza belga podría tener un espacio importante debido a su gran sabor y consistencia, con un mayor grado de alcohol”.
“La oportunidad que buscamos es abastecer a restaurantes de comida rápida y juveniles. La ventaja es que la cerveza está libre de arancel, pero empezaremos a explorar negocios” sostuvo Hendrick.
Emily van, directora de exportaciones de la empresa Belvas, de chocolate belga, dijo que le interesa entrar a México pues aunque ya vende en Estados Unidos y su chocolate se vende en tiendas como Cotsco, desconoce su venta en nuestro país.
Actualmente el arancel del chocolate es de 6.2 por ciento en el marco del TLCUEM, pero estos impuestos cambian porque son productos compuestos (azúcar, cacao, leche, galletas, frutos secos o semillas…) que generan igualmente un arancel compuesto.
Pascal Lenoir es empresario productor de licores a base de ginebra con sabores, orgánico y premium y logró una compra por parte de una compañía mexicana, pero tendrá que esperar a que se definan nuevas reglas.
Fuente: El Economista