La empresa israelí Wilk ha presentado un nuevo “yogur” híbrido elaborado con ingredientes vegetales y grasa láctea cultivada, ingrediente que le confiere los beneficios nutricionales que están presentes en las grasas lácteas reales. Según un panel de cata, el producto es equiparable a un yogur tradicional en aroma, textura y sabor.
Wilk es una empresa israelí que está cambiando la forma en que se produce y consume la leche de vaca, ya que trabaja en la producción de leche de cultivo celular, igual que otras empresas de las que hemos hablado como, por ejemplo, BioMilk (también israelí), o TurtleTree Labs (startup de Singapur). Pero no es de la leche obtenida por cultivo celular de lo que queremos hablar, sino de una alternativa láctea híbrida.
Ahora, esta empresa presenta como primicia mundial un nuevo “yogur” híbrido elaborado con ingredientes vegetales y grasa láctea cultivada, que ha sido validado por laboratorios externos certificando que cumple con los requisitos químicos y biológicos. Los responsables de la empresa explican que el yogur que se ha elaborado con materias primas vegetales, integra grasa láctea producida por cultivo celular a fin de poder conferirle los beneficios nutricionales presentes en las grasas lácteas reales.
La grasa de la leche influye significativa en el sabor y textura de los productos lácteos finales, por ello, la empresa decidió iniciar una nueva andadura con un yogur alternativo, y crear el primer producto híbrido con grasa láctea de cultivo celular. Este es un hito significativo y no sólo para la empresa, también para todas las empresas que se dedican a la elaboración de alimentos a partir del cultivo celular y para la industria alimentaria en general.
Recordemos que también se trabaja en el desarrollo de productos cárnicos de cultivo híbridos, se puede citar como ejemplo la empresa china Herotein, que elabora alternativas vegetales a la carne y que recientemente empezó a trabajar en el desarrollo de productos cárnicos de cultivo híbridos, es decir, elaborados con un 50% de carne de cultivo y un 50% de materias primas vegetales. Y es que parece que este nicho de mercado puede tener cierto éxito, ya que las empresas indican que sus productos combinan lo mejor de dos mundos, en todo caso, es el consumidor el que decidirá si los acepta o no.
El “yogur” vegetal resultante, es un ejemplo de la capacidad de producir componentes de la leche obtenidos a partir del cultivo celular, para introducirlos en una amplia gama de productos que emulan a los lácteos. Además, se consigue producir alimentos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, evitando los problemas asociados a la producción láctea tradicional.
No es de extrañar que cada vez se sumen más empresas a la producción de leche y otros productos de cultivo celular, recordemos que se trata de un mercado que, en términos económicos, es muy goloso, por lo que existe especial interés en abordarlo. Los responsables de Wilk explican que se trata de un yogur bajo en grasa cuyos ingredientes son 100% vegetales, salvo la grasa producida por cultivo celular.
La empresa explica que en el proceso, las células mamarias son extraídas del tejido de la ubre bovina para, posteriormente, cultivarlas en biorreactores con el propósito de producir los componentes grasos que se podrán utilizar en diferentes alimentos alternativos a los lácteos, proporcionándoles los beneficios nutricionales completos que se encuentran en las grasas de la leche real. El yogur híbrido ha sido sometido a una degustación difundida a través de un programa de televisión en el que participaba un reconocido chef del país y, en su opinión, el sabor, la textura y la consistencia del yogur híbrido eran comparables a las del yogur tradicional.
Posiblemente este tipo de productos alimenticios híbridos prosperarán entre las nuevas generaciones, mucho más abiertas a probar nuevos alimentos y más concienciadas con los problemas medioambientales asociados a la producción alimentaria. Podéis conocer más detalles sobre el nuevo yogur híbrido a través de la página oficial de Wilk.
Fuente: Gastronomía & Republica