En cada escritorio de PepsiCo en México hay algunos paquetes de galletas, cacahuates, papas. Es una oficina tentadora donde todos tienen al alcance un snack; sin embargo, todos trabajan con una meta en mente: tener una empresa sustentable.
Parte de ese objetivo es la reconfiguración de las recetas para reducir los niveles de sodio y grasa en las botanas, pero sin cambiar el sabor. Desde julio pasado, la capitana de la estrategia es Paula Santilli, presidenta de PepsiCo Alimentos México, que incluye la marca de botanas Sabritas, de galletas y pastelillos Gamesa, y del cereal Quaker.
En los últimos cinco años, PepsiCo disminuyó en 23.5% el sodio en todas las botanas de Sabritas.
“Cheetos, en el mes de marzo de este año, fue el primer producto al que le cambiamos los aceites para elaborarlo con aceites sin grasas saturadas y el mismo gran sabor. Todas nuestras botanas van a pasar a trabajar con estos aceites. Estamos motivando a que el consumidor pruebe productos diferentes; estamos transformando nuestras grandes marcas… productos como Doritos o Cheetos, para que cada vez sean más deliciosos y mejores de lo que ya son”, explica la directiva.
A nivel global, 45% de los ingresos de PepsiCo provienen de sus productos guilty free (bajos en calorías o “libres de culpa”). México es el segundo mercado más importante para la compañía, debido a que contribuye con 6% a los ingresos netos globales, aun cuando apenas posee 2% de los activos. Así lo reporta un informe del cierre de 2016.
Los ingresos netos de PepsiCo dependen en un 42% de los mercados fuera de Estados Unidos. Los principales países son México, Canadá, Rusia, Brasil y el Reino Unido, que componen en conjunto 19% de lo captado.
“Nuestro rol como empresa de alimentación es ayudar a los consumidores a que consigan productos que se adapten lo mejor posible a sus necesidades. En México, el último dato de auditoría de mercados, del mes de agosto (de 2017), de todas las categorías de alimentos y bebidas, es extraordinario: la categoría que tenía el sellout más acelerado fue Quaker. Eso habla de un consumidor con interés, en pleno verano, de consumir productos más nutritivos, productos con granos enteros, productos que los llenan de energía”, señala Santilli, quien anteriormente fungía como vicepresidente operativa senior de PepsiCo Alimentos.
Para 2025, la compañía tiene cuatro metas concretas relacionadas con la calidad y el contenido nutricional de los productos a nivel global: 1) que más de la mitad de su portafolio sean productos con un máximo de 100 calorías de azúcar por porción, 2) que en el portafolio mundial de productos la grasa saturada no supere el valor de 1.1 gramos por cada 100 calorías, 3) ni el de 1.3 miligramos de sodio por caloría, y 4) que lo que la compañía denomina “productos de nutrición diaria” sean los que crezcan más en ese portafolio global de PepsiCo. Dicho portafolio incluye granos integrales, frutas y verduras, lácteos, proteínas y productos de hidratación.
De hecho, en Estados Unidos PepsiCo está por entrar en los supermercados de comida orgánica con 11 versiones saludables de sus principales marcas, como Doritos, Lay’s (equivalentes a las papas Sabritas), Cheetos y Tostitos.
En México, 72.5 por ciento de la población padece obesidad o sobrepeso, es el segundo país (el primero es Estados Unidos) donde los hábitos sedentarios y la alimentación tienen a los habitantes al borde de una crisis de salud pública, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Los altos índices de obesidad es uno de los motores para la estrategia de PepsiCo de reformulación de sus recetas, pero también lo es el hecho de que los ingresos de la firma a nivel global han descendido desde 2014, ante una creciente demanda de productos saludables.
La línea de botanas, cereales y galletas aporta 52% de los ingresos a escala global de PepsiCo, y las bebidas el otro 42%.
Un estudio de Euromonitor señala que PepsiCo sólo podrá mejorar su posición en medio de una competencia cada vez más intensa si se centra en renovar su cartera de productos saludables.
“En 2016, PepsiCo superó el crecimiento promedio de alimentos envasados, ocupando el segundo lugar, después de Nestlé. Con su sólida cartera de aperitivos, marcas consolidadas y una gama diversificada de productos, la compañía puede destacar como una de las empresas con mejor desempeño en alimentos envasados”, señala la consultora.
Una inversión millonaria
En 2014, PepsiCo anunció una inversión de 5,000 millones de dólares (mdd) en México, a destinarse en cuatro rubros primordiales: innovación y consolidación de la marca, infraestructura, agricultura y comunidad.
Para finales de 2016, se había invertido 50 por ciento de los recursos y se prevé que el total se termine de ejercer en 2019. Entre los proyectos más grandes destaca una planta de innovación en Nuevo León (200 millones de pesos, mdp) y una planta de tratamiento de agua en la Ciudad de México (748 mdp).
“Buscamos invertir en áreas como la sustentabilidad del agro”, relata Santilli. “Si no tuviéramos los productos del agro, no tendríamos ninguna marca. Buscamos el máximo cuidado por el medio ambiente. México es un país desértico, nuestro cuidado con el uso de agua es mayúsculo. En el caso del cultivo de papa, (sobre) volamos los campos con drones que le pasan la información a una computadora. Eso nos hace capaces de entender dónde tenemos que regar. El agua se deposita en algunos lados y, en otros, cae y corre. Sabemos a qué hora del día debemos regar, en qué parte de la planta de papa poner el agua… Medidas como ésta nos han permitido tener 40 por ciento menos de uso de agua, que es un insumo muy caro en México. Esto también representa un apoyo para los agricultores”, detalla.
Quaker es una de las marcas de la compañía más fuertes para la línea de alimentos, y el envío de productos a Estados Unidos ha convertido a México en el sexto exportador más grande de galletas en el mundo.
Aun así, dice Santilli, ante la posibilidad de que un mal resultado en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) afecte las inversiones en curso de PepsiCo en el país, hoy el mercado prioritario es México.
“Todos estamos siguiendo muy atentamente las negociaciones. Estamos ofreciendo nuestro apoyo, nuestra ayuda por diversos medios. Seguimos las negociaciones muy de cerca. Confiamos en que todas las autoridades de estos tres países tengan la sabiduría y la confianza en el desarrollo que esta economía regional permite. Estamos muy interesados en ser competitivos en este mercado, pero, sobre todo, en el mercado mexicano”.
En el país, PepsiCo tiene cerca de 1 millón de clientes y 40,000 trabajadores. Uno de los ejes de las políticas laborales está relacionado con la seguridad de los empleados.
“Hay mucha gente manejando rutas de venta. Una de las inversiones más fuertes tiene que ver con la seguridad, y una de las medidas es denominada ‘El círculo de la vida’. Las camionetas de Sabritas o Gamesa a veces son como un imán para todas las personas. Cada vez que uno de los vendedores debe subir a la camioneta, debe dar la vuelta completa alrededor de la misma para advertir cualquier situación de peligro”, relata.
Santilli enfatiza que la inseguridad no es un reto generalizado, sino que se trata, más bien, de episodios aislados donde, en algunos casos, han tenido que suspender el suministro de productos por motivos específicos.
“México tiene un sólido ritmo de crecimiento. En lugares como el Bajío tenemos plantas y centros de distribución. Hay mucha actividad económica; es absolutamente increíble y el crecimiento de esa zona del país es notable, además del norte, que tampoco ha parado en su crecimiento”, concluye.
Fuente: Forbes