Mientras la carne roja recibe críticas continuadas, tanto por su efecto sobre nuestra salud como la del planeta, el pescado se alza como una alternativa saludable y respetuosa con el medio ambiente que los expertos no se hartan de recomendar. Ahora, un nuevo estudio del Instituto de Investigación de Suecia afirma que este alimento puede ser útil para satisfacer las necesidades nutricionales con un bajo impacto climático. Sin embargo, los autores del trabajo señalan que algunos productos marinos son más sanos y sostenibles que otros.
Los investigadores evaluaron 41 especies diferentes y lo primero que observaron fue que el promedio de nutrientes de pescados y mariscos era superior al de las carnes como el cerdo, la res o el pollo, mientras que la emisión de gases efecto invernadero (GEI) era inferior en el caso de los productos marinos. Además, el estudio publicado en la revista Nature apunta que los salmónidos capturados en la naturaleza (salmón rosado y rojo), las especies pelágicas pequeñas (caballa, anchoa y arenque) y los bivalvos de cultivo tienen las emisiones de GEI más bajas por índice de densidad de nutrientes. Es decir, que son las más saludables para nosotros y el planeta.
“Pero no son las especies más consumidas”, señala el estudio, ya que la captura de salmónidos silvestres es relativamente baja y funcionalmente restringida por existencias limitadas. En cuanto a los pelágicos, apuntan que en gran parte de los desembarques de muchas pesquerías se destina actualmente a otros usos, como insumos para la acuicultura y alimentos para el ganado.
Los productos marinos del estudio con una puntuación más baja de densidad de nutrientes fueron los pescados blancos, además de los crustáceos, pero esto no debe ser una invitación para que reduzcamos su consumo. Aunque los nuevos patrones dietéticos publicados por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) también recomiendan priorizar el consumo de pescado azul por su contenido en grasas cardiosaludables, los expertos aconsejan añadir distintas especies a la dieta, también pescado blanco, para sacar provecho de todas sus propiedades.
En las mismas recomendaciones, la Aesan señala que la ingesta de pescado debe ser de un mínimo de tres raciones por semana, pero lo cierto es que los españoles no tomamos tanto producto marino como deberíamos. Una encuesta de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) reveló que todavía estamos lejos de alcanzar la ingesta recomendable: solo el 23% de los españoles lo logran.
El dato resulta bastante curioso si se tiene en cuenta que, según la misma encuesta, al 94% de las personas consultadas les gusta el pescado.
Fuente: La Vanguardia