La elaboración de esta bebida milenaria es una de las actividades económicas más importantes en el país, pues se ubica en la posición 19 de un total de un total de 288 clases de actividad; entre 2013 y 2023 registró un crecimiento promedio anual de 4.9%
El gusto por la cerveza mexicana continúa generando una alta demanda de la misma, lo que a la vez ha derivado en un dinamismo de su producción en el país. De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), “la elaboración de cerveza es una de las actividades económicas más importantes en México, pues se ubica en la posición 19 de un total de un total de 288 clases de actividad”¹.
Cabe señalar que la agroindustria cervecera mexicana se coloca entre grandes industrias, tales como: industria automotriz (autopartes, automóviles y camiones), industria petrolera, farmacéutica, siderúrgica, hierro y acero, entre otras, colocándose, así como una de las vocaciones productivas más importantes del país.
El gusto por la cerveza mexicana continúa generando una alta demanda de la misma, lo que a la vez ha derivado en un dinamismo de su producción en el país. De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), “la elaboración de cerveza es una de las actividades económicas más importantes en México, pues se ubica en la posición 19 de un total de un total de 288 clases de actividad”¹.
Cabe señalar que la agroindustria cervecera mexicana se coloca entre grandes industrias, tales como: industria automotriz (autopartes, automóviles y camiones), industria petrolera, farmacéutica, siderúrgica, hierro y acero, entre otras, colocándose, así como una de las vocaciones productivas más importantes del país.
Tan solo en la última década, la elaboración de esta bebida milenaria registró un crecimiento de 61.2% pues se pasó de 84.6 millones de hectolitros anuales en 2013 a 136.4 millones de hectolitros en 2023. En estos últimos diez años, el crecimiento promedio anual que registró la producción de cerveza mexicana fue de 4.9 por ciento.
Otro de los hitos que registró la elaboración de cerveza en la última década fue cuando su volumen superó por primera vez los 100 millones de hectolitros anuales, lo cual sucedió en 2016. En dicho año, México también superó a países con gran tradición cervecera como Alemania. De hecho, la cerveza elaborada en México se ubica como la cuarta más importante a nivel mundial, al aportar el 7.5% del total, sólo después de China, con 19.1%; Estados Unidos, con 10.3%; y Brasil, con 7.8%. Alemania se ubica en el quinto lugar en producción de cerveza con un 4.6% de aporte.
Y es que estas economías desarrolladas, como Estados Unidos, Japón e incluso China, están en una etapa de decrecimiento, con mercados maduros, que alcanzaron su etapa máxima de producción, por lo que el crecimiento que muestran es marginal.
Como cualquier otra actividad económica, la producción de esta bebida ha enfrentado retos. Uno de los más recientes fue la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid-19, que ocasionó una caída en el volumen producido, debido a que fue considerada actividad no esencial. Sin embargo, esta agroindustria mostró resiliencia ante el panorama y registró una rápida recuperación. Para 2021, recuperó su tendencia de crecimiento, debido a la fortaleza de su cadena productiva y al talento de las personas que laboran en la industria.
El cultivo de cebada
Entre 2015 y 2022, la producción de cebada maltera en México creció a una tasa media anual de 5%, al pasar de 734,832 toneladas en 2015 a 1,023,969 toneladas en 2022.
El aumento en la producción de cebada se debe principalmente a un mayor rendimiento por hectárea, ya que éste pasó de 2.3 toneladas por hectárea en 2015 a 3.0 toneladas por hectárea en 2022, derivado de una importante inversión en tecnología enfocada en el mejoramiento de técnicas de cultivo, con lo cual los agricultores lograron obtener más producto por hectárea cosechada, con el consecuente beneficio económico para ellos.
De acuerdo con Joaquín Flores², “el cultivo de cebada en México ha desplazado al consumo de maíz en algunas regiones altas y frías del país; por ejemplo, en el altiplano central, debido a que tienen mayor relación costo-beneficio. Los productores de este cultivo son en su mayoría de mediana escala, situándose entre cinco y 50 hectáreas, y están integrados a la cadena productiva de la cerveza”.
Fuente: El Economista