El consumo de refrescos ‘zero’ o ‘light’ reduce en casi la mitad el riesgo de recurrencia o muerte por el tumor en pacientes con cáncer de colon avanzado.
El cáncer colorrectal es, con 34,331 nuevos casos diagnosticados en 2017, la enfermedad oncológica más común en nuestro país sumando ambos sexos. Un cáncer que, además, se corresponde con el segundo tipo de tumor más letal –solo en 2016 causó el deceso de 15,802 españoles–, únicamente superado por el de pulmón. Una elevada mortalidad que se explica, fundamentalmente, por la elevada capacidad del tumor de expandirse a otros órganos –las consabidas ‘metástasis’– y de reaparecer –o ‘recurrir’– tras haber sido inicialmente curado. Sin embargo, es posible que los pacientes cuenten con un aliado ciertamente ‘inesperado’ en la lucha frente a esta devastadora enfermedad: las bebidas carbonatadas con edulcorantes artificiales. De hecho, un estudio dirigido por investigadores del Centro Oncológico de la Universidad de Yale en New Haven (EE.UU.) muestra que el consumo de una o más latas diarias de estos refrescos ‘zero’ o ‘light’ reduce en hasta un 46% el riesgo de recurrencia o muerte por el tumor en pacientes con cáncer de colon avanzado.
Como explica Charles S. Fuchs, director de esta investigación publicada en la revista «PLOS ONE», «las bebidas artificialmente edulcoradas tienen una muy mala reputación entre el público debido a unos supuestos riesgos para la salud que, en realidad, nunca se han demostrado en los estudios. Y en este contexto, nuestro trabajo muestra de forma muy clara que pueden ayudar a evitar la recurrencia y el deceso en pacientes que han recibido tratamiento para el cáncer de colon avanzado. Un resultado que es ciertamente interesante».
¿Preocupación injustificada?
En los últimos años, el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI) ha promovido el desarrollo de distintos ensayos clínicos para evaluar la eficacia de distintos regímenes de quimioterapia en pacientes con cáncer colorrectal avanzado –en estadio III, en el que el tumor se ha expandido fuera del tracto colorrectal pero aún no ha colonizado ningún otro órgano– sometidos a cirugía. Unos trabajos en los que, además, se evaluó el posible impacto del consumo de más de 130 alimentos y bebidas sobre la eficacia de la quimioterapia –y por tanto, sobre el pronóstico del paciente–. Y de acuerdo con los resultados, el consumo de café y nueces se asociaba con una disminución del riesgo de recurrencia y deceso por el tumor en estos pacientes. Pero, ¿qué pasa con los refrescos gaseosos edulcorados? Pues parece que aumentan, y mucho, el riesgo de desarrollo de cáncer colorrectal. Pero una vez el tumor ya ha aparecido –y progresado–, poco o nada se sabe al respecto.
Como refiere Charles Fuchs, «nuestra pregunta es: una vez el cáncer se ha desarrollado y avanzado, ¿pueden los cambios en el estilo de vida, caso del consumo de refrescos edulcorados, modificar el pronóstico del cáncer tras la cirugía? Hay una gran preocupación sobre la posibilidad de que estas bebidas aumenten la incidencia de obesidad, diabetes y cáncer. Pero los estudios sobre aspectos como la ganancia de peso y la diabetes han sido muy variados. Y por lo que respecta al cáncer, los estudios epidemiológicos en humanos no han demostrado la existencia de esta relación. En consecuencia, creemos que debe evaluarse el impacto de estos refrescos edulcorados sobre la salud».
Gran parte del beneficio se explica porque al tomar refrescos con edulcorantes artificiales los pacientes evitan consumir bebidas azucaradas.
En el estudio, los autores siguieron durante un periodo promedio de 7,3 años la evolución de 1,018 pacientes diagnosticados de cáncer colorrectal avanzado que respondieron a distintos cuestionarios sobre sus estilos de vida, caso de su actividad física y su dieta –incluido el consumo de refrescos edulcorados artificialmente–. Y una vez concluido el seguimiento, 348 participantes habían padecido un recurrencia del cáncer colorrectal o desarrollado nuevos tumores primarios. En consecuencia, y ya fuera por un tumor ‘nuevo’ o ‘recurrente’, 256 de estos 348 pacientes acabaron falleciendo.
Los resultados mostraron que los participantes que consumían una o más latas diarias de refrescos edulcorados –o lo que es lo mismo, ‘zero’ o ‘light’– tuvieron un riesgo hasta un 46% inferior de recurrencia del tumor o de fallecer a consecuencia del mismo. Un beneficio, además, que resultó independiente de otros factores conocidos por su impacto sobre el pronóstico de la enfermedad, caso del nivel de ejercicio físico, el índice de masa corporal (IMC) o la adopción o no de una alimentación ‘prediabética’ –como la dieta occidental–. Solo había una condición: los refrescos, además de bajos o nulos en azúcar, tenían que ser carbonatados. Y daba igual que contuvieran o no cafeína.
Sin propiedades ‘mágicas’
Pero, ¿cómo se explica este beneficio de los refrescos ‘zero’ o ‘light’? ¿Tienen propiedades ‘mágicas’ frente al cáncer de colon? Pues no. Los resultados mostraron que al menos la mitad de esta reducción en el riesgo de recurrencia o mortalidad se debía a que, dado que se bebían refrescos edulcorados, no se consumían bebidas azucaradas. Es decir, parece que la clave se encuentra en el azúcar.
En palabras de Brendan J. Guercio, co-autor de la investigación, «cada vez hay más evidencias de que los hábitos dietéticos poco saludables, como sería el consumo elevado de bebidas azucaradas, puede incrementar el riesgo de recurrencia y de mortalidad en el cáncer de colon. Para los pacientes que tienen problemas para abstenerse de tomar bebidas azucaradas, la elección de alternativas artificialmente edulcoradas podría conllevar la evitación de estas complicaciones para la salud».
Así, como concluye Charles Fuchs, «si bien la asociación con una menor recurrencia y mortalidad en el cáncer de colon resultó mucho más contundente de lo que sospechábamos, nuestros resultados se encuentran en consonancia con todo lo que sabemos sobre el cáncer de colon en general. Factores como la obesidad, el sedentarismo y las dietas asociadas a la diabetes son factores de riesgo bien conocidos. Y ahora sabemos que, en términos de recurrencia y supervivencia en el cáncer de colon, el empleo de bebidas con edulcorantes artificiales no suponen un riesgo para la salud, sino, cuando menos en nuestro estudio, una opción saludable».
Fuente: ABC