La empresa mexicana CREID BIA desarrolló un secador solar de alimentos que optimiza la producción de legumbres, hortalizas y frutas al disminuir el costo energético y aprovecha al máximo los excedentes, que generalmente se consideran merma o desperdicio en la cosecha.
La doctora Elizabeth Cortés Rodríguez es la fundadora de CREID BIA, empresa que produce alimentos sostenibles mediante procesos de bajo impacto ambiental, sus productos son fáciles de manejar y gracias a su innovador proceso de secado no pierden los nutrientes.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Cortés Rodríguez explicó que la empresa ha obtenido apoyo del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), de la Secretaría de Economía (SE) y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a través del Fondo de Innovación Tecnológica (FIT).
La tecnología desde el punto de vista operacional es mucho más barata que las máquinas que hacen procesos parecidos, ya que, según Cortés Rodríguez, se reducen los costos energéticos hasta en 80 por ciento con respecto a los procesos de secado tradicional que involucran la energía fósil y electricidad.
La máquina está fabricada para que pueda crecer modularmente según las necesidades de producción, dependiendo de la cantidad y el tipo de producto a deshidratar.
“Es una tecnología en proceso de patente, automatizada y con sistema de control buscando una aplicación directa para la industria 4.0”, aclaró la emprendedora.
“Podemos tener equipos de diferentes tamaños a tal punto de que evitamos la mezcla y contaminación de los productos principalmente para prevenir cuestiones alérgicas y considerando parámetros de calidad”, comentó.
El uso de energía solar también potencia ciertos nutrientes en el proceso de secado de un alimento, por lo que representa otra ventaja con respecto a los otros distintos procesos de secado de alimentos.
En ese sentido, dijo que la tecnología ya involucra desde su creación las medidas de inocuidad alimentaria que garantizan la sanidad y seguridad de los alimentos.
La emprendedora mexicana agregó que en los próximos meses empezarán a comercializar los productos, por lo que están afinando los detalles de imagen y mercadotecnia.
Alto al desperdicio de alimentos
Una de las motivaciones del equipo dirigido por la doctora Elizabeth Cortés Rodríguez fue la producción de alimentos sostenibles para evitar el gran desperdicio. Por ello vieron la oportunidad de ocupar los alimentos excedentes que no siempre se cosechan.
Según datos de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), se desperdicia cerca de 37 por ciento de los alimentos que se producen, representando más de 10 millones de toneladas cada año. Esto serviría para alimentar a más de siete millones de mexicanos que están en situación de pobreza extrema.
“Lo que sucede es que existe una mala distribución del alimento provocando su encarecimiento”, citó.
En muchas ocasiones, los productos que se producen en el campo ni siquiera se comercializan porque son alimentos de baja calidad, así lo determinan los agricultores por su mala apariencia. Sin embargo, estas frutas o verduras tienen las mismas propiedades y sabor, dijo la doctora por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Estos alimentos son parte de los que se tiran o dejan que se pudran sin siquiera ser recolectados porque eso ya implica un costo para los agricultores. En CREID BIA vieron la oportunidad de aprovechar esos alimentos para secarlos y comercializarlos dándoles un aprovechamiento.
Esto también implica un ingreso extra para los agricultores porque pueden comercializar sus productos que antes no tenían un mercado.
Mencionó que el mal manejo de los alimentos genera más desperdicios, ya que para la distribución, en ocasiones, se requiere una cadena de frío, haciendo imposible que lleguen a todas las mesas.
El equipo dirigido por Elizabeth Cortés Rodríguez buscó desarrollar una tecnología que pudiera extender la vida útil de los alimentos para hacer más rentable su distribución y alimentar a las personas que no tienen acceso a alimentos frescos de alta calidad.
“Por ejemplo, si secamos un kilogramo de un alimento, quedan 100 gramos del mismo, haciendo que el manejarlo sea mucho más fácil. Sin embargo, el reto no solo era el transportarlo sino que pudiera mantener la mayoría de sus propiedades y nutrientes”, agregó.
Una característica innovadora de los alimentos que fabrican es que pueden rehidratarse para poder ser consumidos, adicionalmente citó que son de muy buena calidad y sabor ya que no se le agregan conservadores o algún otro elemento que pudiera alterarlos.
Jitomate, cebolla, champiñones, naranja y chiles son algunos de los alimentos que están produciendo para que en un corto plazo puedan ser introducidos al mercado.
“Una primera idea es empezar con el mercado nacional para que posteriormente podamos dar el paso natural hacia la exportación de productos con un alto valor agregado”.
En un futuro, buscan que la tecnología pueda ser franquiciada para ofrecer las ventajas competitivas en la producción de productos secos con alto valor nutricional.
Fuente: Conacyt Prensa