En los últimos años el embalaje (packaging) sostenible está ganando importancia en el proceso de decisión de compra de los consumidores españoles.
Plataforma Tierra recoge los datos de una encuesta de True Global Intelligence: El 51 % de los consumidores considera que el uso de materiales de embalaje sostenibles es relevante para adquirir sus artículos online y uno de cada tres consumidores afirma haber tomado la decisión de hacer compras más sostenibles a la hora de realizar pedidos online.
Es por ello que muchas empresas están reinventándose, apostando por el uso de un embalaje más ecológico, reciclable y biodegradable.
Este 2023 será un año clave en el desarrollo y la evolución del empaquetado sostenible, ya que desde el pasado 1 de enero entró en vigor el impuesto adicional al plástico no reciclado, fabricado o importado en España con un cargo de 0,45€/Kg y algunas de las tendencias para este año son:
El film de envasado 100 % biodegradables
Elaborado a partir de proteínas vegetales, se trata un nuevo material creado por el grupo de investigación Biomat de la Universidad de Donostia. Este biofilm es respetuoso con el medio ambiente y compostable industrialmente. Además, mejora las características de los films tradicionales en lo referente a barrera contra el oxígeno y la luz ultravioleta.
Los embalajes 100 % compostables
Son embalajes que se pueden descomponer en una pila de compost y utilizarse como fertilizantes. Se composta en las plantas de compostaje de residuos orgánicos porque cumplen con las condiciones perfectas de temperatura, humedad y microorganismos.
Los envases flexibles a medida
Se relaciona con la compra a granel y es una tendencia en auge por lo práctica y rentable que es. Los envases flexibles conservan mejor los alimentos, alargando su vida útil al mantener por más tiempo las propiedades y frescura de los alimentos. Esto se traduce en un menor desperdicio.
Además, tienen menos impacto medioambiental, pues su fabricación consume recursos de una forma más eficiente, empleando menos energía y agua. Por otro lado, su transporte también es más eficiente que el de los envases rígidos debido a su forma moldeable y plana.
Reciclar, reutilizar, reducir y reinventar
Ya no solo se busca reciclar, reutilizar y reducir el plástico. Los departamentos de I+D+i apuestan por reinventar materiales que puedan ser biodegradables o 100% reciclables. Sin embargo, el sector recuerda que la biodegradación no es un proceso automático. Implica tiempo para que la naturaleza haga su trabajo y esto es demasiado lento como para reducir las montañas de residuos en los alrededores de las ciudades y en los océanos. De ahí que, por ahora, lo principal siga siendo reforzar la cadena de reciclaje como alternativa más eficiente.
Los plásticos sin petróleo
Se trata de la elaboración de embalaje sostenible para alimentos con polímeros o plásticos cuyo origen no es el petróleo. Por ejemplo, el uso de almidón, bambú, caña de azúcar o cáscaras vegetales.
Fuente: A en Verde