Sabic ha aprovechado su relación con Polivouga, fabricante de productos de film flexibles establecido en Portugal, para lanzar un nuevo e innovador proyecto Trucircle destinado a reutilizar desechos plásticos postconsumo recogidos en vías fluviales en un radio de 50 km respecto al mar que tienen el potencial de acabar en nuestros ríos y mares. La colaboración con el Grupo Nueva Pescanova ha dado como resultado el desarrollo del primer envase de alimentos congelados del mundo que utiliza polietileno circular certificado de Sabic a partir de materia prima procedente de plástico recuperado de playas y zonas costeras (OBP). El nuevo envase sostenible se lanzará coincidiendo con el Día Mundial de los Océanos 2022.
Mediante el reciclaje avanzado, Sabic transforma el plástico OBP en una materia prima alternativa que luego utiliza para producir polímeros circulares certificados: el LLDPE (polietileno lineal de baja densidad) y el LDPE (polietileno de baja densidad) de Sabic. Polivouga los transforma después en film para envases flexibles y, finalmente, Nueva Pescanova envasa sus productos de mar congelados en bolsas hechas con este film.
Esta colaboración es el primer proyecto Trucircle de Sabic en el que se utiliza plástico OBP en polietileno circular certificado. “Esta solución circular de envasado es apasionante para nosotros —señala Sami Al-Osaimi, vicepresidente de PE & Sales de Sabic—, porque demuestra que el plástico usado que podría acabar en nuestros mares se puede reintegrar a un flujo de materiales circular para ser convertido en envases alimentarios de alta calidad. También subraya el compromiso de Sabic con el Objetivo de Desarrollo Sostenible n.º 14 de las Naciones Unidas para la vida submarina”.
“Como empresa de productos del mar —dice Ignacio González, CEO del Grupo Nueva Pescanova— tenemos una gran responsabilidad respecto al cuidado de mares y océanos, los ecosistemas de los que depende nuestra actividad y que debemos cuidar entre todos. Con esta iniciativa evitaremos que estos deshechos plásticos lleguen al medio marino, dándoles una nueva vida. Nos hemos marcado como objetivo conseguir en 2025 que el 100% de nuestros embalajes sean reciclables y, a través de esta acción, daremos un paso más para conseguirlo”.
La solución basada en el plástico OBP está certificada por el programa Zero Plastic Oceans y por la cadena de custodia Certificación Internacional de Sostenibilidad y Carbono (ISCC) PLUS. Esto significa que el flujo de materiales se controla y rastrea desde el plástico ligado al océano hasta el envase final conforme a un conjunto de normas predefinidas y transparentes.
“El proyecto nos reafirma en el viaje que hemos emprendido con determinación junto a SABIC para impulsar la circularidad en nuestro sector y lo lleva un paso más allá, al permitirnos ofrecer a nuestros clientes productos de film flexible de primera calidad ahora también basados en deshechos plásticos mezclados que, de otro modo, contaminarían nuestros mares y vías fluviales —añade Tiago Barros, director general de Polivouga—. Además de ofrecer un producto de poliolefina aprobado para el contacto con los alimentos, estos films de PE de plástico OBP garantizan la misma resistencia al desgarro y a la perforación que las estructuras de envasado de PE de la competencia, fabricadas con resinas fósiles vírgenes de PE”.
Fuente: Interempresas