Emplea un compuesto que regula los niveles de glucosa, protege contra la caries, es bajo en calorías y resulta más barato que los edulcorantes en el mercado.
Tras darse cuenta que siendo su padre diagnosticado con diabetes seguía consumiendo azúcar, Javier Larragoiti Kuri se propuso encontrar una alternativa que incluso brindara a cualquier paciente en condición semejante más ventajas frente a los sustitutos en el mercado.
En su búsqueda encontró el xilitol, compuesto que ha comprobado desde la década de los ochenta que es bajo en calorías, regula niveles de glucosa en sangre y protege ante la caries. Experimentó con un exitoso proceso biotecnológico de producción y obtuvo ‘XiliNat’, producto que mantiene todas las características de su elemento base y que se comercializa a un precio menor que los edulcorantes en el mercado.
“Mi padre, siendo diabético, consumía azúcar porque los sustitutos modificaban el sabor de los alimentos a los que eran agregados, y lo mismo sucedía con otros pacientes. Con xilitol no cambia el sabor y brinda otros beneficios”, cuenta el maestro en ingeniería química por la University College London.
El xilitol que se comercializa en el mundo se extrae de la madera del abedul (Betula spp), un árbol originario de Asia y que por las reacciones químicas empleadas para su producción resulta costoso. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) lo reconoce como un endulzante natural que evita el desarrollo de caries e incentiva la producción de insulina, de manera que colabora para que los niveles de glucosa en sangre estén en lo normal; además, mejora la absorción del calcio y previene la osteoporosis.
En primera instancia para la obtención de xilitol, Larragoiti Kuri empleó residuos agrícolas, es decir, restos de frutas y verduras que obtenía de la Central de Abastos de la Ciudad de México. Sin embargo, la recolección se complicaba por falta de seguridad y encontraron como alternativa la comunidad productora de maíz de San Benardino Tlaxcalancingo, en Puebla, de la que obtienen el residuo de la mazorca u olote, con lo que además impulsan la economía de los agricultores.
Las reacciones químicas para la producción del xilitol que se emplea en Europa fueron sustituidas por Larragoitia Kuri por un proceso de fermentación parecido al utilizado para la fabricación de cerveza o vino, mismo que ya tiene registro de solicitud de patente en el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial y realiza trámites similares para su protección intelectual en Estados Unidos y la Unión Europea.
El xilitol es un alcohol de la familia de los polioles, a la que también pertenecen el sorbitol y manitol, pero a diferencia de éstos que si se consumen en grandes concentraciones tienen efectos laxantes, el xilitol no tiene restricciones por parte de las autoridades sanitarias. No obstante, sí ha comprobado que es tóxico en perros.
Por su sabor, muy parecido al azúcar convencional, el xilitol es utilizado como edulcorante de bebidas, dulces y gomas de mascar, así como en productos de higiene oral, cosméticos y medicamentos.
Por la creación de XiliNat, un edulcorante natural obtenido de residuos de maíz, Javier Larragoiti obtuvo el tercer lugar en la categoría Micros, Pequeñas y Medianas Empresas del ‘Premio a la Innovación Tecnológica 2018’ que otorga la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico (ADIAT). El reconocimiento fue entregado el pasado 18 de abril de 2018 en la Ciudad de México.
A decir del mismo Javier Larragoiti, la empresa productora de XiliNat está abierta a las propuestas de posibles inversionistas para ampliar su capacidad de producción y satisfacer a más consumidores mexicanos.
Fuente: La Jornada Aguascalientes (con información de la Agencia ID)