Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) (España) y del Scintillon Institute en EUA han diseñado un sensor que permite detectar falsificaciones en el contenido de aceite de oliva etiquetado como extra virgen o con denominación de origen.
La herramienta, cuya aplicación se presentó en la revista Talanta, permite distinguir aceites aparentemente similares, pero con diferencias de calidad notables. Esto es posible gracias a la utilización de diodos láser, ya que los aceites adulterados presentan una emisión de fluorescencia ligeramente distinta a los aceites de oliva virgen extra puros.
Tanto en su uso como en su construcción, con impresora 3D, el instrumento tiene un costo reducido. “Otras ventajas claras de nuestro estudio es la posibilidad de llevar a cabo medidas in situ, ya que el equipo es portátil, del tamaño de un maletín, además de originar respuestas en tiempo real”, explica José S. Torrecilla, profesor Titular e investigador del departamento de Ingeniería Química y de Materiales de la UCM.
Para el sector oleícola se trata de una medida para paliar un problema que genera grandes pérdidas económicas. “El aceite de oliva es un producto cuya calidad es reconocida a niveles nacional e internacional. Por tanto, es necesario proteger esta calidad y luchar contra actividades fraudulentas que tienen lugar cada vez con mayor frecuencia y destreza en el sector”, justifica el investigador de la UCM.
Un ejemplo de práctica fraudulenta, señala Torrecilla, sería cuando se adicionan aceites de oliva o de otros orígenes botánicos de menor calidad y precio a un aceite virgen extra fresco y puro.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores realizaron mezclas entre aceites monovarietales con denominación de origen con otros aceites de denominación de origen, pero fuera de su fecha de consumo preferente. Todos estos aceites fueron adquiridos en centros comerciales.
Posteriormente, se realizaron mezclas de aceites conteniendo entre 1% y 17% en peso del aceite fuera de la fecha de consumo preferente. Finalmente, se realizaron las medidas con el sensor que fue fabricado con una impresora 3D y se analizaron los resultados obtenidos por medio de algoritmos caóticos.
“Esta técnica está disponible para ser utilizada en cualquier momento, tan sólo se requeriría de aceites en momentos anteriores al envasado para controles de calidad o tras el envasado para localizar marcas y/o productores fraudulentos”, concluye el investigador de la UCM.
Fuente: Universidad Complutense de Madrid