Lucila Sánchez Boado, bioquímica e investigadora de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM, Argentina) comenta acerca de la investigación que lleva a cabo sobre los polifenoles.
Lucila Sánchez Boado, bioquímica e investigadora de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), comentó que en el marco de la Tercera Jornada de Divulgación “Yerba Mate y Salud” (que se llevó a cabo el pasado 18 de agosto en la Escuela de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina) se compartieron los resultados respecto a las investigaciones sobre yerba mate concretadas. Además, Sánchez Boado se refirió puntualmente a un estudio que se realizó en el Laboratorio de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNaM, donde estudian “la capacidad antioxidante de los polifenoles, que constituyen el 10% del peso seco de la yerba”.
En el contexto de dichas Jornadas de Divulgación, el equipo misionero tuvo la posibilidad de “encontrar otros equipos de investigación que están trabajando en yerba mate”, narró la bioquímica.
En primera instancia, contextualizó que en Misiones “tenemos una economía regional que es la yerba, que es lo que está movilizando el estudio y las ventajas”. Cabe mencionar que para concretar los estudios, reciben aportes por parte del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
En cuanto a la experiencia empírica, la investigadora explicó que mediante un sistema de “mateo simulado” se dispuso de 50 gramos de yerba y un litro de agua para 17 personas voluntarias, que consumieron esta infusión y se les extrajo sangre para tomar muestras. Dicha población previamente se hizo estudios clínicos y se seleccionó a las menores de 32 años y que no padecían ni una patología, según describió la profesional.
Tras la obtención de los análisis, conocieron que “a partir de los 20 minutos ya tenemos los polifenoles y la capacidad antioxidante también paralelamente. Hemos probado que cuando la gente toma el equivalente a diez mates en una mañana aumenta su capacidad antioxidante, lo que quiere decir que esa persona tiene más defensa contra los radicales libres”, especificó.
Sánchez Boado reiteró que los polifenoles “disminuyen la acción negativa de los radicales libres y ayudan a disminuir la posibilidad de enfermedades crónicas que se desarrollen a raíz de los mismos”. Además, indicó que una porción importante de los polifenoles son clorogénicos y son diferentes a los del Té, y de la misma manera aclaró que “la yerba tiene muchos compuestos beneficiosos para la salud que son nutrientes y bioactivos”.
La bioquímica agregó que dependen de “qué tipo de mate tomemos” las propiedades que vamos a adquirir. “Una cosa es tomar la yerba mate como cocido, infusión caliente o mate cebado, mate frío o tereré; cuando se prepara en forma caliente estoy tomando diez mates al menos y tomo más componentes bioactivos, hierro, vitaminas B1 y B2, y no tiene aporte calórico; esto es muy importante porque hay una pandemia de obesidad, potasio y bajo sodio”.
Fuente: Frontera Jesuita