Las hojas de piña recicladas pueden mantener los alimentos frescos
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Las Hojas De Piña Recicladas Pueden Mantener Los Alimentos Frescos

Alargarían la vida útil de alimentos frescos como las frutas o las verduras durante un mínimo de dos semanas, por lo que se evitarían millones de toneladas de desperdicios anuales.

Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Singapur (NUS, por sus siglas en inglés) ha descubierto un nuevo método que prolonga la vida útil de los alimentos perecederos. Se trata de un hallazgo que podría ayudar a reducir el número de alimentos que se estropean cada año alargando su vida útil y evitando, de paso, grandes cantidades de desechos.

La base de este descubrimiento es la hoja de la piña, pero tratada químicamente. Los científicos convirtieron esta parte de la fruta, que normalmente se tira a la basura, en un aerogel que conserva otras frutas y verduras. Pero no es la única utilidad que han encontrado: también puede usarse para limpiar productos químicos tóxicos de las aguas residuales.

Antes de llegar a este descubrimiento, los investigadores de la NUS habían trabajado con otro tipo de desechos como los posos de café o residuos de caña de azúcar. Sin embargo, ha sido la hoja de la piña la que ha proporcionado el punto de partida más prometedor, tal y como asegura a ‘New Atlas’ el director del equipo de investigación, el profesor Duong Hai-Min.

Muchas aplicaciones

Hai-Min explica que “estos eco-aerogeles hechos de fibras de hojas de piña son muy versátiles. Son eficaces como absorbentes de aceite y para el aislamiento térmico y acústico. También hemos demostrado sus posibles aplicaciones en la conservación de alimentos y el tratamiento de aguas residuales. Este es un gran paso hacia la agricultura sostenible y la gestión de residuos, y proporciona una fuente adicional de ingresos para los agricultores”.

El proceso se desarrolla de la siguiente manera: primero se trituran las fibras de la hoja de piña y se mezclan en agua con pequeñas cantidades de productos químicos no tóxicos. Esta mezcla debe permanecer un tiempo a temperatura ambiente, antes de congelarla y después se liofiliza para crear un aerogel, que luego se trata con polvo de carbón activado. Este último paso es clave ya que permite que el aerogel absorba el gas etileno, la hormona que impulsa el proceso de maduración en frutas y verduras. El profesor Phan-Thien, autor principal del estudio, explica que “grandes cantidades de productos frescos se descartan debido a instalaciones inadecuadas de almacenamiento y procesamiento posteriores a la cosecha, así como a sistemas de transporte ineficientes o interrumpidos. Reducir el deterioro puede contribuir en gran medida a reducir el desperdicio”.

El proceso se desarrolla de la siguiente manera: primero se trituran las fibras de la hoja de piña y se mezclan en agua con pequeñas cantidades de productos químicos no tóxicos. Esta mezcla debe permanecer un tiempo a temperatura ambiente, antes de congelarla y después se liofiliza para crear un aerogel, que luego se trata con polvo de carbón activado. Este último paso es clave ya que permite que el aerogel absorba el gas etileno, la hormona que impulsa el proceso de maduración en frutas y verduras. El profesor Phan-Thien, autor principal del estudio, explica que “grandes cantidades de productos frescos se descartan debido a instalaciones inadecuadas de almacenamiento y procesamiento posteriores a la cosecha, así como a sistemas de transporte ineficientes o interrumpidos. Reducir el deterioro puede contribuir en gran medida a reducir el desperdicio”.

Fuente: Alimente

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