El centro tecnológico Itene ha desarrollado un nuevo kit de análisis que permite comprobar la presencia de E.coli y Listeria monocytogenes en superficies y muestras alimentarias en 2 horas. La presencia de estos patógenos al entrar en contacto con los biosensores puede provocar un cambio en la coloración de la disolución apreciable a simple vista, poniendo de manifiesto la contaminación de la superficie o el alimento.
Estos avances han sido alcanzados por Itene en el marco del proyecto de I+D BeSafe, que ha sido financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) con fondos FEDER y se ha ejecutado entre julio de 2021 y junio de 2022.
En concreto, se ha desarrollado un biosensor basado en el uso de nanopartículas de oro, capaz de dar una respuesta rápida y fiable frente a la presencia de las bacterias de E.coli y de Listeria monocitógenes. El biosensor desarrollado se basa en determinadas propiedades que presenta el oro a nanoescala y utiliza biorreceptores específicos para cada caso.
Tras dos horas de incubación, permite apreciar a simple vista el resultado para concentraciones elevadas de patógenos. También puede alcanzar límites de detección más bajos al combinarse con dispositivos de preconcentración de muestra y elementos de medida como un espectrofotómetro ultravioleta-visible (UV/VIS), que permite determinar la concentración de un compuesto en solución.
Para llevar a cabo la investigación, se ha contado con la colaboración de la empresa cárnica Uvesa, que ha aportado las muestras que han sido analizadas en los laboratorios de ITENE para validar el desarrollo.
La jefa del proyecto en Itene, Helena Prima, ha destacado la ventaja que ofrecen los biosensores para la detección de contaminantes y la prevención de brotes de infecciones transmitidas a través del aire, el agua y las superficies. “Además de permitir la monitorización in situ, la versatilidad de los biosensores facilita el diseño de dispositivos a la carta y su inclusión en sistemas integrados de muestreo”, ha resaltado la investigadora del centro tecnológico. “En Itene empleamos biosensores para detectar patógenos, contaminantes y compuestos químicos”, ha añadido.
Adicionalmente, en este proyecto se ha desarrollado un dispositivo con capacidad para detectar E.coli en aguas residuales y agua de mar en menos de 2 horas. Este desarrollo se basa en el uso de partículas magnéticas que favorecen la eliminación de efectos indeseados fruto de la matriz analizada y puede utilizarse para realizar mediciones in situ en playas u otros espacios.
Fuente: Interempresas