En un principio, la algarroba se utilizaba como pienso para el ganado, pero, tanto por su sabor como por sus propiedades, se ha ganado un hueco en nuestras mesas. El problema es que cada vez está más cara y, de hecho, este año su precio se ha multiplicado por cinco; de pagarse a 20 céntimos el kilo, ahora supera el euro por kilo.
Sólo hace falta echar un vistazo a los robos vinculados con este fruto acontecidos en los últimos meses para llegar a la conclusión que los amigos de lo ajeno también son conocedores de las propiedades y el precio de ‘superalimento’. Por ejemplo, en agosto de este mismo año, la Guardia Civil de Valencia detuvo a siete personas por la apropiación indebida de más de 52 toneladas de algarroba, valoradas en más de 54,000 euros.
El problema de la algarroba es que la cosecha está siendo más escasa, lo que ha hecho subir su precio en el mercado. Además, que no sólo se usa como alimento directo, también se utiliza como espesante alimenticio, forraje para el ganado, harinas para hacer chocolate e, incluso, en la cosmética. España es la principal productora mundial, mientras que la Comunidad Valenciana es una de las autonomías con mayor cosecha.
“Hace cuatro o cinco años, la algarroba se pagaba a 20 céntimos el kilo, por lo que tampoco se ponía mucho esmero en recogerla para su venta. A esos precios me convenía más dejarla para el ganado. Sin embargo, ahora su precio está disparado, por encima del euro el kilo. Si nos vamos al precio del kilo de semillas, sin la vaina, se llega a pagar hasta 14 euros”, explica Jacinto Sobrino, productor vallisoletano de algarroba.
La parte más preciada de la algarroba no está en su vaina, sino en el tesoro que se esconde en su interior, el garrofín, unas semillas con las que se fabrica la goma garrofín, muy apreciada tanto en la industria alimenticia, como en la cosmética. De este fruto también se extrae una harina muy cotizada entre intolerantes al gluten y veganos.
Baja en grasa
La algarroba es dulce, apta para diabéticos y con muy poca grasa, tan sólo un 1%, mientras que el cacao del súper contiene entre un 15% y un 30%. También es un alimento de proximidad, ya que nuestro país es el mayor productor mundial, mientras que en el caso del cacao suele importarse.
Algunos estudios como el llevado a cargo por los expertos del CEBAS-CSIC, publicado en AIMS Agriculture and Food, constata que la algarroba es un ‘superalimento’ repleto de propiedades beneficiosas para el organismo.
En concreto, la investigación trata sobre el D-pinitol, un compuesto natural relacionado con la importante familia de los inositoles. Señala que, aunque se han desarrollado métodos sintéticos para este elemento, el algarrobo es la única materia prima de la que se puede aislar D-pinitol en cantidades suficientes como para una explotación comercial viable.
Interés farmacológico
Destaca la investigación, asimismo, el interés farmacológico de este compuesto debido a sus propiedades multifuncionales como anticancerígeno, insulinomimético y regulador metabólico en personas con diabetes tipo 2. También como antioxidante, hepatoprotector, inmunomodulador, equilibrador de citocinas, prevención de la osteoporosis, antienvejecimiento, potenciador de la retención de creatina e, incluso, para prevenir los síntomas de la enfermedad de Alzheimer.
También es una fuente de vitaminas y minerales, como hierro, calcio, magnesio, zinc o fósforo y vitaminas del grupo B y A. No contiene gluten, por lo que es apto para celíacos. También para diabéticos, ya que, a pesar de ser un alimento muy energético rico en azúcares, es de bajo índice glucémico, ya que estos son de absorción lenta y liberan poco a poco la energía, evitando picos de azúcar en sangre gracias a su alto contenido en fibra y proteínas.
De igual modo, un estudio publicado en 2003 en la revista científica European Journal of Nutrition vincula el consumo de alimentos enriquecidos con fibra de algarrobo con la reducción de la tasa de colesterol en sangre. La fibra soluble de este alimento, compuesta principalmente por pectinas y ligninas, es capaz de atrapar las grasas de los alimentos y eliminarlas del cuerpo.
Fuente: El Español
