Todo empieza desde el seno materno, ese es el primer contacto del ser humano con la leche y es fundamental para el desarrollo de nuestro sistema inmune, de nuestra microbiota (ya que nos aporta probióticos) y dota a un bebé de todo lo que requiere durante su etapa de crecimiento, que va a variar dependiendo la edad que tenga, así lo explica la nutrióloga Miryam Ramírez en entrevista para Forbes Life.
“Durante los primeros seis meses de vida de cualquier ser humano la leche es el alimento que lo mantiene vivo y permite el desarrollo y crecimiento de un bebé; no solamente le aportan nutrimentos sino que también le dota de diferentes componentes para, por ejemplo, el desarrollo de su cerebro a través de diferentes ácidos grasos que le son esenciales”, nos explica la experta.
En el calostro o leche materna encontramos nutrimentos como proteínas, hidratos de carbono, grasas, ácidos grasos, compuestos activos que permiten la mejor digestión de la leche y ayudan a la maduración del intestino, anticuerpos, calcio, hierro y Vitamina D.
Superalimento
Conforme vamos creciendo las necesidades de nuestro cuerpo van cambiando, incluidos los nutrientes esenciales que requerimos y es aquí donde la leche se convierte en un alimento muy completo que es muy sencillo de consumir.
La leche, un superalimento
Miryam nos explica que la leche de vaca tiene la virtud de ser un superalimento al contener proteínas, grasas y carbohidratos a diferencia de otros alimentos importantes que no aportan estos nutrimentos en un solo producto, como la carne cuyo principal elemento son las proteínas, o las verduras, que solamente tienen fibra y algunas vitaminas.
Además, en la leche de vaca encontramos calcio, vitamina D, vitaminas A y E (añadidas), grasas saludables y aminoácidos.
Consumir leche es parte de una alimentación saludable, pero hay cuerpos que no están hechos para su consumo, como aquellos intolerantes a la lactosa o aquellos que son alérgicos a la proteína de la leche.
En el caso de quienes son intolerantes a la lactosa, en el mercado existen opciones deslactosadas, mientras que aquellos que son alérgicos tiene como opción “algo que más bien es un placebo, en el sentido de que no es considerado una leche, sino una bebida vegetal”, como las bebidas de almendras o nuez de macadamia.
En este último caso, estas bebidas les aportan ácidos grasos poliisaturados como omega 3, pero el aporte de proteína es muy bajo, “más o menos un vaso de leche nos puede aportar hasta 9 gramos de proteína y una bebida vegetal puede darnos 0.5 o hasta 3 gramos, entonces realmente no suple a la leche”.
Fuente: Forbes