Cuando compre queso, asegúrese que el paquete esté perfectamente bien envuelto, hermético y sellado y observe que el queso en el interior luzca perfecto y sea atractivo. No compre ningún queso que luzca seco o sin color porque el paquete podría estar abierto. Con los quesos frescos, revise la fecha de vigencia del paquete. La mayoría de los quesos conservarán su sabor y calidad en su refrigerador si se guardan debidamente. Mantenga los quesos en el refrigerador hasta que los necesite. Una vez que lo abra, siga estos sencillos pasos para guardar el queso:
Los quesos frescos se deben tratar igual que la leche y mantenerlos en refrigeración.
Muchos quesos frescos pueden durar algunas semanas si se guardan debidamente, entonces observe la fecha de vigencia del paquete antes de comprarlo. Si detecta hongos en un queso fresco, tírelo.
Los quesos suaves maduros se conservan varias semanas si se guardan debidamente. Si piensa usar un queso suave maduro después de unos días, refrigérelo en su envoltura de plástico original.
Los quesos semi-duros y duros pueden disfrutarse durante cuatro y hasta ocho semanas si se guardan correctamente. Si no piensa consumir estos quesos después de unos días de haber abierto por primera vez el empaque original, considere quitar este empaque y volver a envolver el queso en papel encerado o en papel apergaminado, lo que permite al queso respirar. Después de volver a envolver el queso, guárdelo en un contenedor de plástico con tapa o en una bolsa resellable para guardar alimentos.
Los quesos muy duros (Por lo general se usan para rallarlos) tienen mucho menor contenido de humedad que otros quesos y se conservan meses si se guardan de la misma forma que los quesos semi-duros.