PROTEÍNAS: Las proteínas de la leche tienen funciones fisiológicas que contribuyen al mantenimiento de un peso corporal saludable y al control de los factores asociados con el síndrome metabólico a través de sus efectos sobre los mecanismos que regulan la ingesta de alimentos y la glucosa en sangre. Estudios más recientes muestran que estos beneficios pueden lograrse dentro del rango de consumo habitual de lácteos.3 La calidad proteica es importante para ganar y el mantener masa muscular, esto se refiere a su digestibilidad y contenido de aminoácidos así como la disponibilidad de éstos para apoyar la función metabólica.
LÍPIDOS: Contiene diferentes ácidos grasos, incluidos el ácido linoleico conjugado (CLA) y omega-3, los cuales están relacionados con muchos beneficios para la salud, disminuye el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas.5 Sin embargo, su contenido nutricional varía dependiendo de factores como el contenido graso, dieta y trato de la vaca de la que proviene.6 Por ejemplo, la leche de vacas que comen principalmente pasto (a diferencia de las alimentadas a base de ensilajes de maíz, heno, soya tostada, maíz alto en humedad o harina de soya) contiene cantidades más altas de ácido linoleico conjugado, ácidos grasos omega-3, vitamina E y betacaroteno, que ayudan a reducir la inflamación y combatir el estrés oxidativo.
CALCIO: Los productos lácteos cómo la leche son una de las fuentes de calcio más ricas en la dieta. Este nutrimento tiene muchas funciones en el organismo, pero su principal trabajo es el desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes sanos, también es importante para la coagulación de la sangre, cicatrización de heridas, mantenimiento de la presión arterial normal, contracciones musculares, incluidos los latidos cardíacos.
No está presente de forma natural, pero se puede agregar junto con otros nutrimentos para fortificarla [todos los productos objeto de la NOM-184-SSA1-2002 deben contener entre 5 a 7,5 g/L de Vitamina D3 (200-300 UI/L)]. Ayuda en la formación, crecimiento y reparación de huesos, juega un papel importante en la absorción de calcio y función inmune. Su deficiencia se ha asociado con osteoporosis, depresión, fatiga crónica, dolor muscular, síndrome premenstrual, hipertensión, cáncer de mama y colon.
Una de sus funciones es mejorar la calidad del sueño, aprendizaje, memoria, mantener la estructura de las membranas celulares, mejorar el movimiento muscular, transmisión de impulsos nerviosos, absorción de lípidos y disminuir la inflamación crónica.
OTROS NUTRIMENTOS: En ocasiones también esta fortificada con vitamina A, o pequeñas cantidades de vitamina B2 o riboflavina, vitamina B12, vitamina B6, magnesio y fósforo.