Es bien sabido que los champiñones son un gran alimento para nuestro organismo. Diversos estudios han demostrado a lo largo de los años que la ingesta de esta seta es beneficiosa para el corazón, para el buen funcionamiento del sistema nervioso, para el colesterol o, incluso, para frenar la caída del cabello o prevenir algunos tipos de cáncer.
Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Singapur aporta otra cualidad de este tipo de seta. Un antioxidante que sólo está presente en los champiñones puede ayudar a prevenir el deterioro cerebral leve en las personas. Aunque los investigadores no han podido establecer la relación directa entre la ingesta del champiñón y la función cerebral, sí que han podido ver los beneficios que ofrece.
El estudio, publicado en la Revista sobre la Enfermedad de Alzheimer, analizó los casos de 663 adultos chinos de más de 60 años. Analizaron su ingesta de alimentos durante seis años y comprobaron que comer champiñones al menos dos veces a la semana reducía las posibilidades de sufrir un deterioro cognitivo leve, comparado con las personas que sólo comían esa seta una vez por semana.
El deterioro cognitivo leve no es lo suficientemente grave como para ser definido como demencia, pero hace que las personas olviden cosas, tengan problemas con el lenguaje, despisten algunos objetos o se encuentren desubicados.
Resultados sorprendentes
Lei Feng, directora del estudio, explica a la BBC que la correlación entre la ingesta de champiñones y la mejora al resolver pruebas de memoria y de actividad cerebral “es sorprendente y alentadora”. Pero Feng no reduce a los champiñones el efecto positivo para el cerebro de algunas comidas: “Estamos hablando de una combinación de muchos factores: el té, las verduras de hojas verdes, las nueces y el pescado también son beneficiosos”.
El ingrediente estrella de los champiñones sería la ergotioneína, un antioxidante y antiinflamatorio que los humanos no pueden producir por sí solos y que convertiría a esta seta en un ‘superalimento’. No sólo eso, también contienen nutrientes y minerales como la vitamina D, el selenio o la espermidina, que protegen las neuronas de los daños cerebrales.
El doctor James Pickett, jefe de investigación de la Sociedad de Alzheimer, cree que “hay muchos factores que contribuyen al desarrollo de la demencia y se estima que hasta un tercio de los casos podrían prevenirse con cambios en el estilo de vida, incluida la dieta. La demencia es una de las 10 principales causas de muerte, pero las personas pueden tomar medidas para reducir su riesgo, por lo que es importante que basemos nuestros consejos en pruebas consistentes que se hayan acumulado a lo largo de múltiples estudios y que no nos dejemos llevar por los hallazgos de cualquier estudio individual”.
Un tercio de los casos de demencia podrían prevenirse con cambios en el estilo de vida, incluida la dieta.
Por ello, debido a que aún no se puede establecer una relación directa entre la ingesta de champiñones y los resultados en el cerebro, más allá de los tests que han llevado a cabo los participantes en el estudio, el doctor Picket recomienda “una dieta llena de frutas y verduras, incluidas las setas como punto de partida”, pero también “reducir el azúcar y la sal, ser físicamente activo, beber con moderación y evitar fumar”.
Fuente: El Confidencial