Más duradero y versátil que la madera es el material creado por académicos de la Universidad de Talca en los laboratorios de la Facultad de Ingeniería, y que mezcla dos componentes: el plástico PET, que es utilizado en la confección de botellas de bebida, y el aserrín de pino radiata.
El nuevo material rescata las propiedades óptimas de cada uno de ellos y además permite aportar al medio ambiente, ya que utiliza materia prima que ha sido desechada.
“Teniendo el nuevo material comenzamos a trabajar en un producto final que fue el diseño y desarrollo de un pallet modular, es decir, que pudiese ser utilizado de manera individual o ensamblado con otras piezas similares para alcanzar una zona mayor”, comentó el profesor Pincheira, director de la iniciativa.
Uno de los desafíos para el equipo de académicos fue la incorporación de materiales reciclables, como es el plástico PET, que tiene una menor flexibilidad que otros polímeros comunes. “Pudimos formular una receta para incorporar el aserrín de pino radiata como un refuerzo, para posteriormente caracterizarlo y evaluar sus propiedades en la fabricación de nuevos elementos”, contó el ingeniero Pedro Pesante.
La invención forma parte del proyecto “Valorización de desechos reciclables a través de la creación de nuevos materiales para la fabricación de productos comerciables”, que cuenta con el apoyo del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional del Maule y que es ejecutado por los profesores Gonzalo Pincheira; Karin Saavedra; César Retamal; Jorge Hinojosa; y el ingeniero Pedro Pesante.
Uso del material
Además del pallet modular, el equipo trabajó en el diseño y desarrollo de otros productos, entre los que se contaron los tradicionales pallet que se utilizan en el transporte de frutas de exportación y hasta baldosas, con los que pudieron observar la versatilidad del material creado.
Junto con esto se analizó la factibilidad de incorporar en algunos productos partículas de cobre, lo que permite adicionarles propiedades antibacterianas, lo que puede ser una alternativa en el uso del material compuesto.
De acuerdo a Pincheira, el costo del producto puede ser mayor al de pallet de madera, pero sus beneficios también son superiores. “A mediano y largo plazo el producto desarrollado tiene altos beneficios, superiores a la madera, en especial si pensamos en su uso al aire libre donde se observa una durabilidad mayor”, indicó.
Otro valor agregado podría observarse al momento de intentar obtener una certificación del pallet, por ejemplo, si se quiere utilizar para procesos de exportación, ya que estos deben estar libres de plagas y tener resistencia a grandes cargas.
Economía circular
Pincheira espera que este proyecto pueda incentivar a las empresas a generar valor agregado en los productos desechados, como son los plásticos PET.
En este sentido, la emprendedora Consuelo Vilo, dueña de FerryMetal y socia de Eco Maule Verde, se mostró conforme con los resultados obtenidos en la iniciativa. “Creemos que será un gran aporte, y eventualmente podemos ser nosotros quienes abastezcamos de PET reciclado a las empresas que se interesen en replicar este proyecto y fabricar el material”, expresó.
La gobernadora regional del Maule, Cristina Bravo, destacó que este tipo de proyecto, “garantiza un desarrollo económico sólido y sostenible para la región, y permite avanzar hacia una economía más próspera. Junto con eso cumple con los objetivos estratégicos definidos a partir del diseño de la Estrategia Regional de Innovación, que busca potenciar la actividad económica relacionada con la economía circular y los retos de sostenibilidad para el futuro”.
En esta misma línea, el vicerrector de Innovación y Transferencia Tecnológica de la UTalca, Pablo Villalobos, aseguró que “la iniciativa contribuye con la estrategia regional de innovación del Maule, incorporando la economía circular como un elemento clave del desarrollo territorial. La Universidad de Talca asume un compromiso con la Agenda 2030 y los objetivos de Desarrollo Sostenible, implementando acciones para crear conciencia de la necesidad de producir y consumir responsablemente”.
Por su parte, el director de la iniciativa valoró la posibilidad de desarrollar programas de investigación aplicada que ayudan a la solución de problemas complejos que afectan a la sociedad. “Estas iniciativas nos permiten desarrollar alianzas con empresas, la comunidad y las agencias gubernamentales, creando estrechas colaboraciones entre el mundo privado y el académico. Se logra una sinergia muy necesaria para el desarrollo a nivel local y nacional”, puntualizó.
Fuente: El mostrador