Para batallar contra las enfermedades y salir victoriosos en el proceso, es importante un diagnóstico temprano y preciso que permita aplicar los tratamientos de manera oportuna. Un equipo de científicos del Laboratorio Nacional de Los Alamos ha desarrollado un dispositivo que ayudará en el proceso, un sensor capaz de detectar toxinas y patógenos en diferentes tipos de muestras biológicas.
Sus creadores destacan como principal ventaja su versatilidad, al poder detectar e identificar una amplia variedad de microorganismos y sustancias. Además, su diseño portable y fácil uso, dos factores clave que podrían mejorar la biovigilancia incluso en las áreas más remotas.
PEGASUS, un sensor para detectar patógenos sin necesidad de personal calificado
Se trata de un sensor analítico de ingeniería portátil con muestreo automatizado al que han denominado PEGASUS. Y según indican, puede detectar toxinas, firmas bacterianas, firmas virales, amenazas biológicas, polvos blancos, así como otra variedad de agentes nocivos analizando muestras de sangre, agua, alimento, fluido cerebroespinal y muestras de animales.
Por lo general, debemos acudir a un centro sanitario o laboratorio para ser examinados y recibir un diagnóstico ante la presencia de algunos síntomas. Sin embargo, PEGASUS no amerita personal capacitado ni mucho menos un equipo de laboratorio para funcionar, lo cual figura como uno de sus grandes atributos.
Un dispositivo compacto y portátil que podría usarse en cualquier parte del mundo
El sensor PEGASUS incluye un dispositivo de procesamiento de muestras donde se llevan a cabo un par de pasos. Su función es garantizar que cada muestra que se introduzca cumpla con los requerimientos necesarios para llevar a cabo una detección precisa.
El primer paso es introducir un pequeño volumen de muestra en un dispositivo de microfluídos, que luego se carga en el sensor miniatura que se encargará de detectar los patógenos.
Ambas partes se pueden empaquetar en un maletín resistente fácil de transportar casi a cualquier parte del mundo. Por ende, este modelo tiene el potencial de convertirse en una herramienta de detección de amplio acceso.
Capaz de diferenciar entre virus, bacterias y diferentes tipos de toxinas
PEGASUS está diseñado para detectar patógenos y toxinas de forma rápida y precisa, y es capaz de diferenciar firmas bacterianas y virales. La gran ventaja de esta versatilidad es que favorece la selección del tratamiento más adecuado según sea el caso, lo que a su vez puede mejorar el pronóstico de los pacientes.
Por ejemplo, puede discriminar entre bacterias grampositivas, negativas e indeterminadas en 15 a 30 minutos dentro de un consultorio, sin necesidad de ir a un laboratorio y esperar los resultados de las pruebas. Esto podría incluso servir para reducir la propagación de resistencia a antimicrobianos.
Además, el sensor puede ayudar a detectar brotes de patógenos en las cadenas de distribución de alimentos, en el suministro de agua para consumo humano y animal e incluso identificar polvos blancos desconocidos que se envían por correo o se derraman en la carretera.
De este modo, el biosensor “puede ayudar a resolver el problema de la identificación errónea de biomoléculas, especialmente en el campo, lo que nos permite estar preparados para cualquier posible brote o evento de amenaza biológica”, dijo el investigador principal Harshini Mukundan.
Fuente: Tekcrispy