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Crean dispositivo para degustar comida en la realidad virtual

Un grupo de voluntarios en un laboratorio de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) experimentó algo que parecía sacado de una película de ciencia ficción: probaron sabores como café y limonada sin consumir los alimentos reales.

Este avance fue posible gracias a un dispositivo llamado e-Taste: una interfaz gustativa biointegrada, que busca replicar sabores mediante una combinación de sustancias químicas.

De acuerdo con Popular Science (revista de divulgación científica fundada en 1872), este desarrollo podría revolucionar la forma en que se interactúa con la realidad virtual, abriendo la puerta a experiencias multisensoriales más completas.

El dispositivo, presentado a su vez por la revista Science Advances, utiliza una tecnología que analiza los perfiles de sabor de alimentos y bebidas a nivel molecular. Posteriormente, reproduce esos sabores mediante un sistema químico que los usuarios perciben a través de un gel.

Aunque los resultados iniciales fueron mixtos, los investigadores consideran que este es un primer paso hacia la integración del gusto en entornos virtuales, algo que hasta ahora había sido un desafío para la tecnología.

¿Cómo funciona el e-Taste?

El funcionamiento del e-Taste se basa en un proceso dividido en tres etapas. En la primera, un conjunto de sensores analiza los alimentos o bebidas para identificar moléculas clave como la glucosa o el glutamato, que son responsables de los sabores básicos: dulce, ácido, salado, amargo y umami. Según detalló Popular Science, esta información se codifica y se transmite de forma inalámbrica al dispositivo, lo que permite que los datos de sabor sean enviados incluso desde ubicaciones remotas.

En la segunda fase, el dispositivo utiliza una bomba electromagnética que mezcla sustancias químicas en proporciones específicas para replicar el perfil de sabor analizado. Dichas sustancias se combinan en una zona de mezcla y, una vez que se logra el sabor deseado, se convierten en un gel que transporta los sabores a la boca del usuario.

Vale destacar que este gel no se ingiere, pero permite que el usuario perciba el sabor como si estuviera consumiendo el alimento o bebida real. Y finalmente, en la tercera fase, los investigadores pueden ajustar la intensidad del sabor percibido mediante el control remoto del dispositivo; lo que permite personalizar la experiencia gustativa, algo que podría ser clave para aplicaciones futuras en la gastronomía virtual o en el ámbito médico.

Resultados iniciales

En las pruebas realizadas con 10 voluntarios, los resultados fueron variados, concluyendo que los participantes lograron diferenciar con un 70% de precisión entre distintas intensidades de sabores ácidos. Sin embargo, tuvieron más dificultades para identificar sabores complejos como pastel, café o sopa de pescado. Los investigadores atribuyen tales discrepancias a la subjetividad inherente al gusto, que está influenciado por factores como el olfato, la memoria y las señales visuales.

El profesor Jinhua Li, coautor del estudio, explicó que el gusto y el olfato están profundamente relacionados con las emociones y la memoria, lo que añade un nivel de complejidad al desarrollo de esta tecnología.

Por su parte, Yizhen Jia, estudiante de doctorado y también coautor del artículo, señaló que el proceso de prueba implicó numerosos ajustes y momentos inesperados, como la administración accidental de una dosis elevada de ácido cítrico durante un experimento.

Antecedentes en la evolución de los sentidos con tecnología

Aunque el e-Taste representa un avance significativo, no es el primer esfuerzo por integrar el gusto en la realidad virtual. Como lo consignó Popular Science, en 2022 investigadores de la City University de Hong Kong desarrollaron un dispositivo similar, que permitía a los usuarios experimentar hasta nueve sabores diferentes mediante la aplicación de voltaje a una superficie gelatinosa.

Dicho dispositivo mezclaba sustancias químicas con la saliva del usuario para simular sabores, por lo que la idea de añadir sentidos a los medios no es nueva. Increíblemente, en la década de 1930 algunos cines experimentaron con sistemas como el Smell-O-Vision, que liberaba fragancias durante las películas.

Y más recientemente, investigadores japoneses diseñaron una “pantalla olfativa” que utilizaba corrientes de aroma para complementar la experiencia visual. Incluso empresas como Sony exploraron tecnologías inmersivas que incluían estímulos olfativos en videojuegos.

Fuente: Dialoguemos (con edición de Alfa Editores)

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