Un estudio publicado en la revista Nutrients asocia el consumo diario de uvas pasas de la variedad moscatel con mejoras en el rendimiento cognitivo en personas mayores de 70 años. Añadir este suplemento a la dieta habitual también influye de forma positiva en la calidad de vida y en las actividades funcionales, según los resultados obtenidos por científicos de la Unidad de Investigación de Atención Primaria de Salamanca (APISAL), que pertenece al Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL), la Universidad de Salamanca (USAL) y el Hospital Universitario de Salamanca.
El ensayo clínico contó con 80 participantes. La mitad de ellos formó parte de un grupo de intervención que consumió 50 g de pasas cada día durante seis meses, mientras que la otra mitad actuó como grupo de control, sin añadir nada a su dieta. Al analizar el rendimiento antes y después se apreciaron diferencias importantes. Los investigadores usaron el test MoCA (Montreal Cognitive Assessment), que evalúa cuestiones muy variadas, como la habilidad visoespacial, la memoria o la atención. La puntuación máxima es de 30 puntos y, después del medio año de intervención, quienes habían consumido pasas registraron una mejora media de tres puntos con respecto al grupo de control.
“Es una mejora relativa de un 10% en habilidades cognitivas, lo cual es bastante desde un punto de vista clínico”, destaca en declaraciones a DiCYT José Ignacio Recio Rodríguez, investigador de APISAL y de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de la USAL, que ha liderado la investigación junto con su compañera Susana González Manzano. El estudio, que forma parte de la tesis doctoral de María José Rodrigo Gonzalo, también incluyó herramientas para evaluar la calidad de vida de los participantes y su autonomía a la hora de realizar actividades de la vida diaria. En todos los casos, se apreciaron datos ligeramente favorables al grupo de intervención.
La clave, en los polifenoles
La clave de los resultados puede estar en la riqueza de las pasas en polifenoles. Estas sustancias, presentes en mayor o menor medida en los alimentos de origen vegetal, se han asociado en numerosas investigaciones a beneficios para la salud, pero este estudio es pionero en el análisis de su efecto en pacientes reales dentro de una población que, debido a su edad avanzada, está en riesgo de desarrollar deterioro cognitivo. “En estudios preliminares en el laboratorio, seleccionamos la variedad moscatel porque tenía un perfil polifenólico muy alto, en concreto, con una gran cantidad de flavonoides y resveratrol”, explica el investigador.
Los autores reconocen que en este tipo de estudios es difícil discernir si el efecto positivo se debe exclusivamente a este añadido en la dieta, puesto que el hecho de participar en un estudio puede hacer que las personas implicadas también estén motivadas para cambiar otros hábitos. No obstante, el verdadero valor de estas investigaciones se obtiene al cotejar los datos con los de otras intervenciones, a través de revisiones y metaanálisis, que en su momento permitirán llegar a conclusiones globales sobre el efecto real sobre el deterioro cognitivo. Si las evidencias científicas confirman estos resultados, el trabajo podría trasladarse al campo asistencial, por ejemplo, introduciendo “una serie de pautas en las guías de práctica clínica para médicos y enfermeras dentro de las recomendaciones para personas mayores”, comenta Recio.
No obstante, este ensayo clínico seguirá mostrando resultados en nuevas publicaciones científicas. En particular, está previsto que los investigadores analicen el efecto del consumo de pasas en marcadores inflamatorios y parámetros cardiovasculares. De hecho, el componente antiinflamatorio de los polifenoles podría estar relacionado, precisamente, con los beneficios cognitivos.
Fuente: Dicyt