El inicio de 2025 trae consigo un incremento en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), lo que impactará los precios de diversos productos y servicios, incluyendo bebidas azucaradas, alimentos procesados y bebidas alcohólicas. Estos ajustes, vigentes a partir del 1 de enero, plantean desafíos para los consumidores.
¿Qué es el IEPS y cómo afecta a los consumidores?
El IEPS es un gravamen indirecto aplicado a la venta e importación de determinados bienes y servicios. Implementado en 1980, este impuesto se utiliza tanto para generar ingresos fiscales como para regular sectores que comercializan productos considerados “dañinos” para la salud.
Según el Servicio de Administración Tributaria (SAT), el IEPS se ajusta cada año en función de la inflación. Y para 2025, el aumento será del 4.5% conforme al Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP). Aunque dicho impuesto no es pagado directamente por los consumidores, su impacto se refleja en precios más altos ya que las empresas suelen trasladar el costo al público.
Si bien los combustibles son de los productos donde más impactará el IEPS durante 2025, otros artículos gravados que también tendrán incrementos en sus precios son:
- Refrescos y otras bebidas azucaradas.
- Alimentos procesados como botanas y dulces.
- Bebidas alcohólicas.
- Cigarros y productos de tabaco.
Este incremento podría generar un efecto en cadena, encareciendo productos de consumo cotidiano y golpeando especialmente a los sectores más vulnerables de la población.
Con los ajustes previstos para 2025, especialistas sugieren que los consumidores planifiquen sus gastos de manera estratégica para mitigar los efectos de cada incremento. Evitar compras innecesarias durante festividades, establecer un presupuesto claro o priorizar el ahorro, son medidas esenciales para afrontar la subida de precios de manera más estable según los analistas.
El panorama para el próximo año subraya la importancia de una gestión financiera cuidadosa, especialmente en un contexto donde los aumentos de costos afectan bienes y servicios considerados esenciales por la población.
Fuente: El Informador (con edición de Alfa Editores)