Favio Valencia Magaña, estudiante de la Maestría Interinstitucional en Producción Pecuaria que se imparte en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la Universidad de Colima, realiza un estudio para determinar el aporte energético de la leche de cabras, entender el metabolismo del animal y cómo mejorar, con base en dietas y otros manejos, la fracción lipídica a la leche y darle un valor agregado a este producto.
Explicó que, de manera tradicional, el ser humano no consume directamente la leche de cabra, sino la de vaca, y que la primera se emplea en la elaboración de quesos, yogurt, dulces y preparaciones lácteas, entre otras; “de esta manera, los productores la venden con un valor agregado, de ahí la importancia de conocer la calidad de los sólidos lácteos de esta leche, su grasa y proteína”.
El proyecto se titula “Relación entre analitos bioquímicos sanguíneos, grasa y proteína de la leche de cabra Saanen de Los Asmoles, Colima”, y se desarrolla en ocho establos ubicados en esta comunidad, donde se realizan mediciones bioquímicas para saber qué cantidades de nutrientes viajan en la sangre de las cabras. Esto mostrará, dijo, su papel en el incremento o reducción de la grasa y la proteína de la carne; “haremos modelos de correlación bioquímica entre lo que está en la leche y lo que está en la sangre del animal para dar una alternativa de luz en la producción caprina”.
Al respecto, Arturo García Casillas, asesor del proyecto, refirió que a nivel mundial México está en la posición 27 en la producción de cabras, mientras que en el estado, Colima y Manzanillo producen este tipo de animal de manera sobresaliente. También dijo que el trabajo se vincula con una asociación de caprinocultores de Colima: “Les ofrecimos una alternativa de trabajo en conjunto, vimos que hay interés de su parte porque quieren conocer cómo funciona el organismo de las cabras para sintetizar más grasa y proteína de leche, y así producir más queso, yogurt, principalmente”.
La Maestría Interinstitucional en Producción Pecuaria se imparte en conjunto con las universidades de Aguascalientes, Guadalajara y Guanajuato. Omar Prado Rebolledo, su coordinador, dijo que este posgrado es el único en la región dirigido a la producción agropecuaria y que atiende al sistema de aves, cerdos y rumiantes: “Los proyectos generan soluciones en el campo, apoyando la soberanía alimentaria y sustentabilidad económica, social, ambiental y al desarrollo rural”, afirmó.
Una de las ventajas de esta maestría, comentó para finalizar, “es que tenemos los contactos directos con las asociaciones ganaderas y de producción y trabajamos con ellos; además, tenemos convenios para el análisis de muestras en distintas universidades de la república mexicana, lo que nos permite acercarnos a otros investigadores y conocer cómo se trabaja en esos lugares”.
Fuente: El Comentario