Durante 2020 las exportaciones de carne de México se dispararon 23 por ciento, pese que la producción local se mantuvo casi igual, reveló el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).
Según la información proporcionada, durante el año pasado los envíos de cárnicos sumaron 572 mil toneladas, con un valor equivalente a 2 mil 600 millones de dólares.
De acuerdo con el organismo, el fuerte incremento que mostraron las exportaciones pese al cierre de fronteras en la primera mitad del año por la pandemia de Covid-19, fue gracias a una mayor demanda en Asia, específicamente en China.
El brote de coronavirus afectó la producción de alimentos de varios países, lo que los obligó a comprar a otros mercados, situación que aprovechó México, dado que al ser actividad esencial, el sector agropecuario no paró en ningún momento.
A detalle, según cifras de la Comecarne, las exportaciones de bovino se ubicaron en 299 mil toneladas, un aumento anual de 9.7 por ciento, mientras las de cerdo fueron 269 mil toneladas, un incremento anual de 47 por ciento.
El único segmento que decreció fue el de pollo, que se ubicó en 4 mil toneladas, un desplome de 51 por ciento, que afectó poco dada su baja participación en las exportaciones totales de carne.
Según el organismo, aunque el panorama es incierto debido a que aún continúa la pandemia, sus expectativas son de que tanto la producción como las exportaciones aumenten este año a raíz de la mayor demanda de los mercados internacionales, principalmente los asiáticos.
Producción aumentó poco
Si bien las exportaciones fueron notables, de manera local la producción de carne apenas creció 2.8 por ciento al colocarse en 7.3 millones de toneladas.
Lo anterior, según especialistas, es producto del menor consumo de los mexicanos, los cuales han visto afectados sus ingresos como consecuencia de la crisis económica que trajo consigo la pandemia de Covid-19.
Datos oficiales revelaron que en el punto más álgido de la pandemia se perdieron en el país más de un millón de empleos formales y alrededor de 12 mil informales, sumado a que muchos trabajadores tuvieron que aceptar rebajas en sus salarios.
Fuente: La Jornada