Una reciente investigación ha demostrado que un grupo de moscas es capaz de evitar ciertos alimentos con la finalidad de vivir por más tiempo.
Los humanos distinguimos el sabor de los alimentos por el gusto, uno de los 5 sentidos con los que contamos.
Es justo en los receptores de las papilas gustativas que tenemos en la boca que, podemos diferentes sabores y saber si una fruta, verdura, proteína animal o platillo es de nuestro agrado.
El olfato en conjunto con el gusto, son los sentidos encargados de detectar si un alimento está en buenas condiciones, incluso, antes de ser ingerido.
Al igual que pasa con nosotros, los animales tienen un sentido del gusto desarrollado que, limita su dieta y en algunos casos, hace que su alimentación sea muy estricta.
Así fue como un grupo de científicos realizó un trabajo utilizando la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster), descubriendo un gen codificado como CG12344, con el que estos organismos son capaces de detectar el sabor alcalino, distinguiendo alimentos con un pH elevado, los cuales son apartados de su dieta por un motivo específico.
Según el nuevo estudio científico del Centro de Sentidos Químicos Moell, ha logrado descubrir un sexto sabor, el del pH alcalino. La investigación fue publicada en la prestigiosa revista científica Nature Metabolism.
En dicho trabajo se identificó este nuevo sabor gracias al receptor de sabor alkaliphile o Alka, que las moscas de la fruta poseen.
Gracias al trabajo de los investigadores de las Universidades de California y Pennsylvania, la Academia China de Ciencias y el Centro Monell de Sentidos Químicos (Estados Unidos), se suma un nuevo sabor a la lista de los ya conocidos: dulce, salado, ácido, amargo, umami y alcalino (o básico).
Consumir alimentos altos en pH puede ser perjudicial para la salud de los humanos y reduce el tiempo de vida en las moscas de la fruta, pero, gracias a esta investigación ahora se sabe que, estos pequeños dípteros son capaces de identificar algunos alimentos que contiene un pH elevado.
El grupo del Centro Monell, de la mano del científico Yali Zhang, descubrió que Alka se encuentra en las neuronas receptoras del gusto de la mosca. Así que, cuando se encuentran con alimentos neutros y alcalinos, las moscas salvajes eligen los neutros debido a la toxicidad del pH alto, que reduce su tiempo de vida.
Recordando que el pH es una medida de alcalinidad o acidez que indica la concentración de iones de hidrógeno presentes en diferentes alimentos, el cual desempeña un papel fundamental para los organismos vivos, teniendo una fuerte participación en los procesos biológicos como la descomposición de los alimentos y las reacciones enzimáticas.
En conclusión, a mayor cantidad de iones disponible, más ácida será, y viceversa. De tal modo que un pH alto indica si la sustancia es alcalina, mientras que un pH bajo nos informará de que es ácida.
«Nuestro trabajo ha zanjado la discusión sobre si existe el gusto por los alimentos alcalinos», dijo Yali Zhang, bioquímico y autor principal del estudio.
Fuente: Ensedeciencia