El Pleno del Parlamento de Canarias ha aprobado una Proposición No de Ley del Grupo Parlamentario Socialista dirigida a impulsar la producción de la cochinilla en las islas, con el objetivo que se consiga su declaración como nuevo alimento por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, lo que supondría su diversificación y la mejora de su capacidad de implementación en la industria alimentaria canaria como elemento.
¿Qué es la cochinilla?
La cochinilla, o también Dactylopius coccus Costa, en su nombre latino, es un insecto con una importante repercusión económica en Canarias. Se tiene constancia de su uso al menos desde hace 200 años, cuando comenzó a emplearse como colorante natural. A pesar de que su origen se sitúa en América, el archipiélago es uno de los puntos de producción más importante del mundo.
Es el PSOE en las islas quien ha planteado a la cámara esta proposición que supondría un impulso a este subsector tradicional para la diversificación de sus usos y la mejora de su capacidad de exportación.
Su diputada, Nayra Alemán, explicaba en Herrera en Canarias “que puede ser una buena opción, ahora que estamos intentando evitar los productos ultraprocesados o artificiales. De hecho, ya lo ingerimos como colorante”, recordando además que ya existe una cerveza de cochinilla.
Alimento para nuestros abuelos
El Parlamento canario ha aprobado su uso y ha remitido la propuesta a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que debe darle el visto bueno, certificando así que es apropiada para la ingesta humana. La diputada cree que la cochinilla forma parte de la cultura canaria y que hace décadas era un alimento más en una época en la que los habitantes de las islas no disponían de muchos recursos.
“Yo estoy segura de que nuestros abuelos comieron cochinilla, porque en aquella época no había una gran variedad de alimentos. Recuerdo a mi abuelo cultivarla, formaba parte de su día a día, aunque ahora parece que lo vemos como alejado, incluso exótico, pero antes formaba parte de la cotidianeidad”, señalaba Alemán, que también destacaba como otros países asiáticos consumen animales que no imaginaríamos en España.
A pesar de lo que podríamos pensar en un principio, el uso de la cochinilla como alimento se centraría en las posibilidades que ofrece como condimento. Así lo apunta Lorenzo Pérez, entomólogo, quien señala que “igual que el café, podrías comer granos de café, pero se emplea en alimentos de otra manera. La cochinilla sería igual, podrías comer granos, pero lo que se busca es como condimento y jugar con los aromas que tiene que son café, cacao o chocolate amargo”.
Más allá de su posible uso gastronómico, que todavía está pendiente de aprobación por Europa, la Real Fábrica de Tapices organiza en noviembre una exposición rememorando los 200 años que se lleva usando la cochinilla en Canarias.
Fuente: Cope
