Esta semana podría aprobarse la ley de etiquetado frontal de alimentos, que permitiría al público apreciar el verdadero valor nutricional de un comestible.
Un día antes de que la Cámara de Diputados vote el proyecto de ley para el etiquetado frontal de alimentos, el representante interino de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Argentina, Tito Efraín Díaz, consideró que “la sociedad demanda información clara, precisa y oportuna sobre los alimentos, quiere saber de dónde provienen, quién los produce y qué nutrientes aportan”.
“Esta ley llega en un momento justo para impulsar un cambio en los hábitos alimenticios y generar conciencia en la sociedad, que redundará en bienestar social, económico y ambiental; en este contexto, la industria alimentaria tiene la oportunidad de ser innovadora y contribuir a una alimentación saludable”, agregó Díaz.
A nivel institucional la FAO estableció que “el proyecto comprende una serie de regulaciones recomendadas por expertos y organismos internacionales entre las que se incluyen la mencionada de etiquetado en los envases de productos con exceso de azúcares, grasas saturadas, grasas totales y sodio”.
También consideró “la protección de los entornos escolares y la regulación de la publicidad, promoción y patrocinio de productos comestibles no saludables dirigidos a niños, niñas y adolescentes”.
“Todos estos aspectos contribuyen a la prevención del sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación, a la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, y a la mejora de los sistemas alimentarios. Por ser un tema tan relevante es que distintas organizaciones, expertos y representantes de la sociedad civil apoyan esta iniciativa”, agregó Díaz.
Por su lado, Daniela Godoy, oficial superior de Políticas de FAO para América Latina y el Caribe, destacó los fundamentos de este proyecto de ley desde el punto de vista jurídico y técnico, basado en evidencia en el perfil de nutrientes de la OPS/OMS.
“Ya hay pruebas de cómo los octógonos facilitan la comprensión sobre qué contienen los alimentos y cambian el tipo de compra”, explicó.
Y agregó que “en Chile la ley impactó en la industria, que cambió la calidad de los alimentos disminuyendo las cantidades de azúcar y de sodio, brindando productos más saludables y no tuvo impacto negativo en salarios ni empleos”.
En palabras de Elizabeth Kleiman, responsable del Área Programas Sistemas Agroalimentarios Sostenibles de la FAO, en la Argentina “es clave avanzar en esta medida de política integral vinculada al derecho humano de la alimentación saludable, facilitada con el derecho a la información y a la salud, en especial de niños, niñas y adolescentes que hoy ya tienen altas tasas de obesidad”.
“De no tomar medidas como estas a tiempo, se engrosarán aún más los ya altos índices de obesidad para la población adulta de mañana, y la sociedad no podrá expresar ni su potencial ni alcanzar su pleno desarrollo, generando más limitaciones a las que ya hay en el país, producto de las vulnerabilidades y desigualdades”, advirtió la especialista.
Fuente: Minuto Uno