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La FDA ha aprobado el consumo de carne procedente de cerdos editados genéticamente

La FDA ha aprobado el consumo de carne procedente de cerdos editados genéticamente en una investigación realizada por la Universidad Estatal de Washington, en donde se ha realizado una cata de salchichas elaboradas con carne procedente de cerdos obtenidos por edición genética, con el propósito de demostrar que es totalmente inocua y que estos alimentos podrían introducirse en la cadena alimentaria.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado el consumo de carne procedente de cerdos editados genéticamente e inicialmente, se ha permitido su acceso a la cadena alimentaria para que se pueda seguir con las investigaciones. A principios de este mes, la Universidad Estatal de Washington recibió la mencionada aprobación para el consumo de alimentos obtenidos a partir de unos cerdos editados genéticamente, sacrificados a los dos años de edad.

Los investigadores responsables de este trabajo, comentaron que era necesario establecer un precedente al trabajar con los reguladores federales (FDA), para introducir los animales editados genéticamente en la cadena alimentaria, siendo necesario este proceso de prueba de estos alimentos para que su investigación no sea en vano, ya que de lo contrario, nunca llegaría al consumidor.

Los expertos utilizaron la herramienta de edición de genes CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats), de la que podréis conocer aquí más detalles. La mejora se centró en la supresión de un gen denominado NANOS2 que es específico de la fertilidad masculina, a fin de que los cerdos (machos) fueran estériles. Posteriormente, a los animales se les podía implantar células madre de otro cerdo macho, para obtener un esperma con los rasgos deseados en el macho para la siguiente generación de animales.

En esencia, está tecnología en concreto se centra en la reproducción selectiva, considerándose que la tecnología de sementales sustitutos puede ampliar en gran medida la difusión de genética valiosa en el ganado. Los responsables de la investigación comentan que la edición genética y el proceso en general, tiene el potencial de mejorar la calidad de la carne, y la salud y la resiliencia del ganado ante condiciones ambientales cambiantes, siendo características de gran valor para incrementar las fuentes de proteínas en los países en vías de desarrollo. Aunque la realidad es que muchas mejoras que se presentan con estos argumentos, no terminan aplicándose en estos países porque los intereses económicos pesan demasiado.

Básicamente se trata de crear «padres sustitutos» viables, es decir, animales machos que producen esperma con sólo las características genéticas de los animales donantes. Su progenie no tiene edición genética y en teoría podría ingresar en la cadena alimentaria, pero todavía están pendientes las evaluaciones oportunas de la FDA. Volviendo a la investigación de la que hablamos, los expertos comentan que asegurar la aprobación de la investigación para los cinco cerdos supuso superar diferentes obstáculos, como los requisitos exigidos por la agencia, o la cantidad de dinero necesaria, que alcanzó aproximadamente los 200,000 dólares.

Los investigadores explican que inicialmente la intención al desarrollar estos animales era tratar de mejorar la alimentación, pero es algo que no se puede llevar a cabo sin trabajar con el sistema de la FDA para que estos animales puedan entrar realmente en la cadena alimentaria. Cierto es que la FDA ha aprobado animales modificados genéticamente por otras empresas, pero en este caso se trataba de animales transgénicos, tecnología diferente a la edición genética.

Merece la pena recalcar esta diferencia, en la edición genética se “cortan y pegan” secuencias específicas de ADN de la misma especie, por el contrario, en la modificación genética se incluye la transferencia de genes de otras especies. Recordemos que la FAO realizó esta evaluación sobre el impacto de la edición genética en la seguridad alimentaria, avalando el procedimiento y asegurando que era deseable evitar que se establecieran normas y reglamentos sobre procesos y métodos de producción, que no tengan un impacto directo en la seguridad del producto.

Además, comentaba que la edición genética tiene la capacidad de realizar cambios precisos y específicos en el código genético, imitando a la reproducción tradicional, por lo que se podían desarrollar nuevas variedades de cultivos más resistentes a plagas y enfermedades, así como a las inclemencias medioambientales, y por supuesto, con mejores cualidades nutricionales. Sin embargo, la evaluación se centró en los cultivos vegetales y apenas se habló de los animales editados genéticamente, aunque es de suponer que el veredicto sería el mismo.

La prueba que se realizó en la universidad consistió en la cata de salchichas elaboradas con la carne procedente de los cerdos editados genéticamente, y con esta cata se pretendía demostrar que los alimentos elaborados con animales obtenidos a partir de la tecnología CRISPR eran seguros, que se podían consumir sin problemas. De todos modos, sería interesante realizar el estudio a largo plazo para asegurarse. Podéis conocer todos los detalles de este trabajo a través de este artículo publicado en la página de la Universidad Estatal de Washington.

Fuente: Gastronomía & Cia.

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