De 2013 a 2022 la participación del sacrificio, corte, empacado y elaboración de cárnicos dentro del Producto Interno Bruto de la industria alimentaria mexicana, gozó de un incremento de más de 2%, acumulando 276,000 millones de pesos y posicionándose como el mayor aportador dentro de dicho rubro, con 28.3%
En el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) explicaron que esto fue posible gracias a una Tasa de Crecimiento Compuesta Anual sostenida de 2.3%, así como a una tendencia alcista en el consumo de proteína animal en la última década.
De acuerdo con el estudio “Mercado Consumidor de Proteína Cárnica”, a lo largo del año pasado 85% de los 37.6 millones de hogares en nuestro país adquirieron estos productos, con lo que más de 88% de los 128.9 millones de mexicanos los incluyeron en su dieta.
Los consumidores mexicanos compran carne incluso frente a la inflación
Ernesto Hermosillo Seyffert, presidente del organismo, señaló que esto sucede aún frente a la inflación, pues si bien en 2016 las personas gastaban 3,312 pesos de manera trimestral en la compra de carne, actualmente esta cifra asciende a $3,918 pesos.
De esta manera, la adquisición de estos bienes pecuarios representa la mayor inversión en la canasta de alimentos para los mexicanos, superando los $2,394 de frutas y verduras, los $1,415 de los lácteos y los $817 del huevo.
Si bien el ascenso en los índices de consumo es positivo, cerrando 2022 con un alza interanual de 3.1%, estos superan al incremento acumulado en términos productivos que fue de 2.6% en comparación con el año anterior.
Esto quiere decir que mientras la ingesta total mexicana de cárnicos es de 9.8 millones de toneladas, el procesamiento nacional aporta 7.8 mt., por lo que el déficit resultante debe ser cubierto a través de las importaciones, con aproximadamente 2.5 mt.
Impulsar la producción requiere de un esfuerzo conjunto: Ernesto Hermosillo
En entrevista exclusiva Ernesto Hermosillo explicó que, si bien nuestro mercado no puede cerrarse a las compras internacionales, es fundamental que se diseñen políticas públicas enfocadas en potenciar la productividad, y en las cuales se involucren los ganaderos, la industria y las autoridades de gobierno.
Recordando que en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2024 una parte mínima de los recursos está destinado a los programas productivos, aseguró que es momento de que las empresas busquen reforzar las sinergias con el segmento pecuario para mejorar su desempeño.
EL DATO: De los 74,109.7 millones de pesos contemplados para el presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en 2024, solo 1,770 mdp. se enfocarán en los programas productivos.
Esto por medio de esquemas de financiamiento para la tecnificación, capacitación, adquisición de tecnología y el refuerzo sanitario, con la finalidad de que esto les permita aumentar su desempeño para solventar las necesidades de las firmas procesadoras.
No obstante, aclaró que, al no poder depender del Gobierno Federal, es imperativo que los ganaderos, porcicultores y avicultores mejoren sus prácticas para incrementar la calidad de sus productos y cumplir con los estándares de la industria.
Fuente: Ganadería