La EXATEC María Riquelme, egresada de Ingeniería en Biotecnología del Tec campus Querétaro, actualmente trabaja en proyecto que pretende usar la tecnología para alargar la vida de los productos perecederos.
Su proyecto consiste en una forma de bioplástico comestible que confiere propiedades antifúngicas y antimicrobianas a los alimentos, con el objetivo de extender su frescura y vida de anaquel.
A raíz de su participación en el concurso de emprendimiento Heineken Green Challenge, María fue acreedora de una beca de posgrado por parte de la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU), con esto tuvo la oportunidad de continuar haciendo su investigación.
“Es un tratamiento innovador desarrollado a partir de nanofibras electrohiladas de aloe vera, una planta suculenta capaz de propagarse con facilidad y ser aprovechada en su totalidad”, comentó María.
Lo que hace único al proyecto es principalmente el uso de una tecnología emergente para crear fibras con propiedades antibacterianas y antifúngicas, siendo biodegradables y que garantiza alargar la vida de anaquel en al menos 50%.
Concurso de emprendimiento
Ella participó y llegó a semifinales en el Heineken Green Challenge, una competencia nacional donde diferentes participantes muestran sus proyectos sostenibles e innovadores, con el fin de obtener un fondo para iniciar un emprendimiento.
El Heineken Green Challenge se desarrolla dentro de INCmty, el festival emprendedor del Tec de Monterrey.
“El sistema consiste en un empaque activo que se aplica en frutas después de su cosecha. Para lograr esto, los sacáridos de la planta se combinan con otro material orgánico, formando un recubrimiento de biopolímero”, comentó.
Estancia de investigación en Dinamarca
A raíz de su participación en el Heineken Green Challenge llamó la atención de varios docentes del Tec como el investigador Roberto Parra y la investigadora de Doctorado Elda Melchor, quienes formaron parte fundamental para cursar su maestría y en el desarrollo de la patente.
La egresada siempre tuvo la visión de crear un recubrimiento bioplástico comestible que puede ralentizar la degradación de las fresas después de que se recogen.
“Esta investigación la hago con todo el objetivo de ayudar la industria en México, ya que es uno de los mayores exportadores de fresas en el mundo”, agregó.
Su idea llamó la atención de la directora de Enlace del Colegio Politécnico de la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU), una institución educativa y de investigación independiente enfocada en la investigación.
La universidad admitió a María para que realice sus estudios de posgrado y en donde la investigación de su patente se ha visto apoyada por los recursos tecnológicos de la institución.
Maria ha dicho al respecto: “En mi estancia he desarrollado un modelo de negocios, el prototipo y su validación”.
Durante su estancia de investigación, uno de los retos que tuvo que afrontar fue el de saber que su idea generada en un proyecto de la escuela tenía que ser llevado al laboratorio y todo el tiempo que implicaba.
“La prueba para observar sus propiedades antifúngicas y antimicrobianas”.
“El mayor reto fue llevar a cabo el proyecto. No es lo mismo desarrollar una idea y después realizarla en el laboratorio, entonces la organización y optimización del mismo fue algo que llevó tiempo”, finalizó María.
Fuente: Conecta TEC