Cinco operadores comenzarán a distribuir este producto típico después de 25 años de trabajo para conseguir el marchamo de calidad
Sale al mercado la primera etiqueta con el sello de la IGP Morcilla de Burgos
Cinco operadores comenzarán a distribuir este producto típico después de 25 años de trabajo para conseguir el marchamo de calidad
Ellos son los primeros en poder llevar en sus etiquetas el sello pero se confía en que no sean los únicos ya que son numerosos los productores de morcillas de la provincia que cumplen los criterios para ello y ahora mismo se encuentran a la espera de recibir la certificación.
La morcilla de Burgos presenta una característica propia que le ha llevado a obtener la IGP como es la utilización de cebolla horcal en su elaboración. Una hortaliza autóctona de la provincia burgalesa, rica en fibra y azúcares, que le aporta una mayor calidad y una cualidad diferencial reconocida por la Unión Europea, según recordaron desde el órgano de gestión.
El hecho de aparecer en el mercado una morcilla de Burgos con el marchamo de calidad y el aval de la Indicación Geográfica Protegida es un acontecimiento que, según entendieron, “va mucho más allá de la anécdota”. “Es una asignatura aprobada con nota que permitirá, para siempre, que un producto cárnico emblemático y tradicional perdure en el tiempo”, destacaron.
De esta forma, subrayaron que el sello de la IGP no solo ampara las cualidades organolépticas de un alimento, sino que es también “el salvoconducto para la generación de riqueza y empleo del sector cárnico que apueste por el amparo de esta mención de calidad”.
Este ha sido el pistoletazo de salida de esta etiqueta, pero sus responsables apuntaron a las próximas ferias gastronómicas de ámbito nacional e internacional para promocionar este producto típico de la provincia burgalesa.
Fuente: La Razón