Las mujeres que bebieron dos vasos diarios de vino moscatel sin alcohol mostraron mejoras significativas en la elasticidad y la retención de agua de su piel en comparación con las que consumieron un placebo, según un nuevo estudio presentado en NUTRITION 2023, la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición.
Es la primera vez que los científicos estudian los efectos del consumo de vino sin alcohol en la salud de la piel en un ensayo clínico aleatorizado. Los investigadores atribuyen los efectos beneficiosos a unos compuestos químicos llamados polifenoles que se encuentran de forma natural en muchas plantas.
“Se ha descubierto que las uvas moscatel tienen un perfil polifenólico único en comparación con otras variedades de vino tinto –explica Lindsey Christman, quien dirigió la investigación con Liwei Gu, profesor de química de los alimentos y alimentos funcionales en la Universidad de Florida (Estados Unidos)–. Nuestro estudio sugiere que los polifenoles del vino muscadine tienen potencial para mejorar las condiciones de la piel, específicamente la elasticidad y la pérdida de agua transepidérmica, en mujeres de mediana edad y mayores”.
Las uvas moscatel son autóctonas del sureste de Estados Unidos y se utilizan habitualmente para elaborar vino. Ensayos clínicos anteriores han sugerido que los polifenoles presentes en el vino moscatel, como las antocianinas, la quercetina y el ácido elágico, pueden ayudar a reducir la inflamación y el estrés oxidativo.
Para el estudio, los investigadores reclutaron a 17 mujeres de entre 40 y 67 años y las asignaron al azar a beber vino sin alcohol o una bebida placebo de aspecto y sabor similares, pero que no contenía polifenoles. Las participantes consumieron 300 mililitros (el equivalente a dos vasos de vino) de la bebida asignada a diario durante seis semanas, y luego tomaron un descanso de tres semanas antes de cambiar a la bebida opuesta durante seis semanas.
Los investigadores midieron el estado de la piel de los participantes y los marcadores de inflamación y estrés oxidativo al inicio del estudio y al final de cada periodo de seis semanas. Descubrieron que beber vino de moscatel mejoraba significativamente la elasticidad de la piel (la pérdida de elasticidad es lo que hace que la piel se vuelva más flácida a medida que envejecemos). Además, el vino se asoció a una disminución de la pérdida de agua en la superficie de la piel, una medida que indica que la piel proporciona una barrera más eficaz contra los daños.
Los investigadores no observaron diferencias significativas en la cantidad de arrugas de la piel. Los participantes mostraron mejoras en la tersura de la piel y menos indicios de inflamación y estrés oxidativo en comparación con los valores iniciales, pero no hubo una diferencia significativa en estos factores entre el vino moscatel sin alcohol y el placebo.
“Este estudio cruzado demostró que el consumo de vino moscatel sin alcohol durante seis semanas mejoraba ciertos parámetros cutáneos asociados al envejecimiento, como la elasticidad del antebrazo y la función de barrera de la piel de la cara, en comparación con los valores iniciales y el placebo –afirma Christman–. Esto se debe probablemente a la disminución de la inflamación y el estrés oxidativo”.
Dado que el ensayo sólo contó con 17 participantes, repetir el estudio con un grupo más amplio y diverso de personas ayudaría a confirmar y reforzar los hallazgos. Además, la mayoría del vino moscatel disponible en el mercado contiene alcohol, por lo que los investigadores advirtieron de que beber vino con alcohol puede producir un resultado diferente.
“Utilizamos vino moscatel sin alcohol porque nos interesaba el efecto de los compuestos bioactivos del vino, en concreto los polifenoles, sobre la salud de la piel –explica Christman–. El alcohol añadiría otra variable al estudio que podría hacer que los efectos fueran diferentes. Además, el proceso de sin alcohol puede alterar la composición química”.
Fuente: Infosalus