Científicos del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, buscan patentar un método para identificar los plásticos biodegradables y compostables en menor tiempo a través del uso de larvas conocidas como gorgojos.
Las larvas, pertenecientes a la familia Tenebrionidae, actúan como detectoras de plásticos que pueden regresar a la naturaleza en un tiempo menor a otros métodos, como el uso de plantas de composta. Por ello, la UNAM solicitó la patente ya que este método sólo había sido aplicado en unicel. “Nadie había reportado el trabajo con bolsas ni con las técnicas y resultados que hemos obtenido”, señaló María Neftalí Rojas Valencia, científica a cargo del proyecto.
El objetivo de usar estas larvas es que los fabricantes de bolsas de plástico comprueben que los materiales que usan son biodegradables y compostables en máximo tres meses y no con pruebas que pueden durar hasta más de un año.
Durante las investigaciones, el equipo encabezado por Rojas Valencia descubrió que el hongo Pestalotiopsis sp funciona para degradar las bolsas de plástico y se adapta a las condiciones climáticas del país.
“El problema es que después de 11 días la vida del hongo comienza a decaer. Estoy trabajando para que dure más y concluya el proceso de la biodegradación”, señaló el estudiante Alberto López Juárez.
La UNAM destacó que se estima que hay 500 mil millones de bolsas plásticas circulando en el mundo y alrededor de un millón de ellas se tiran a la basura tras haber sido usadas máximo dos veces, mientras que sólo el uno por ciento se envía al reciclaje.
Los gorgojos han demostrado que se comen directamente el plástico y que sus heces se pueden emplear para composta o alimento para aves.
Fuente: La Jornada Maya