Al igual que el helado, el gelato tiene una base de leche, nata y azúcar. Generalmente contiene más leche que crema, lo que resulta en un menor porcentaje de grasa de mantequilla y un sabor más intenso.
El gelato se bate a una velocidad más lenta que el helado, lo que da como resultado un producto más denso porque se incorpora menos aire a la mezcla (Gelato: 25-30% de aire frente a 50% para helado).
A diferencia del helado, el gelato generalmente se hace sin yemas de huevo.
Si bien la ley de los EE. UU. requiere un 10% de grasa de mantequilla para el helado, no existe una definición legal estándar para el gelato. La ley italiana establece que debe tener un mínimo de 3,5% de grasa de mantequilla.
El gelato está disponible en una gran variedad de sabores de frutas, así como en los populares: vainilla, chocolate, avellana y stracciatella (vainilla con trozos crujientes de chocolate).